A pesar de ser muy reconocida en el mundo de la joyería de lujo, existen muchas curiosidades sobre Cartier que son poco conocidas. Lo que no debería ser una sorpresa si consideramos que desde su creación en 1847 por Louis-François Cartier, esta empresa francesa ha tenido grandes avances. Ademas, de una extensa trayectoria en la creación de algunos de los mejores relojes y joyas del mundo.
Sin lugar a dudas, estamos ante una de las marcas de joyas más famosas y codiciadas. Cuyo éxito creciente la ha hecho incursionar en varios campos además de la joyería y relojería, como son el de las fragancias y los accesorios. Si usted es un amante de la joyería como nosotros y quiere saber más de esta icónica marca, entonces siga leyendo para descubrir algunas curiosidades sobre Cartier que seguramente no conocía.
Primeros en usar con éxito el platino en joyería
En el siglo XIX, el platino era un metal increíblemente caro y muy difícil de trabajar, principalmente por su alto punto de fusión. Por lo cual su uso solo era conocido por la realeza, aunque no precisamente en joyas sino más comúnmente en cubiertos y cadenas de relojes.
Debido a ello, cuando en 1847 Alfred Cartier comenzó a usar el platino para hacer joyas significó un hito en la historia de la joyería. Convirtiéndose así en el primer joyero en hacerlo. Específicamente lo usaría para acentuar el brillo de los diamantes, aunque también lo incorporaría comúnmente a sus piezas de estilo guirnalda.
Cartier popularizó los relojes de pulsera para hombre
Otra de las curiosidades sobre Cartier nos lleva a conocer un poco más sobre la marca y sobre una pieza emblemática de joyería, los relojes pulsera. Si bien hoy en día son considerados una joya masculina por excelencia en el pasado no lo eran. De hecho, los relojes de pulsera solo eran usados por las mujeres, mientras que los hombres ricos solo llevaban relojes de bolsillo.
Sin embargo, Louis Cartier cambiaría esto en 1904, luego de oír las quejas de un amigo aviador que decía tener dificultades para usarlo mientras volaba. Tomando de allí la idea para hacer un modelo más práctico y diseñando así el primer reloj pulsera para hombres, el cual obsequiaría a su amigo, el piloto brasilero Alberto Santos-Dumont. Rápidamente los logros y la fama de Santos Dumont en la aviación ayudaron a popularizar el reloj. Siendo el Santos Dumont un modelo de reloj popular vendido por Cartier.
El rey Eduardo VII de Inglaterra apodó a Louis Cartier como el «joyero de reyes y rey de joyeros».
En 1904 Louis Cartier ya se había ganado una buena reputación en el mundo de la joyería, por lo cual seria nombrado proveedor oficial del rey Eduardo VII de Inglaterra y el rey Alfonso XIII de España. Aunque su lista de clientes famosos no terminaría allí, incluyendo una cantidad impresionante de miembros de la realeza y aristócratas. Llegando a trabajar para Napoleón l’niece y la esposa de Napoleon III, la emperatriz Eugenie.
Asi mismo vendería también obras maestras a las familias reales de España, Grecia, Portugal, Siam, Serbia, Egipto y Albania. Llegando a así a ser apodado por el rey Eduardo VII de Inglaterra como el «joyero de reyes y rey de joyeros».
El reloj Cartier Crash
El popular reloj Cartier Crash proviene de una extraña inspiración. Después de un accidente automovilístico, el dueño de un reloj Cartier lo llevó a la tienda con la esperanza de que lo repararan.
Sin embargo, Jean-Jacques Cartier lo vio y tuvo un destello de genialidad. Decidió recrear este diseño torcido. Alcanzó su objetivo en 1967 y comenzó a vender este reloj en edición limitada. Rápidamente se convirtió en un gran éxito y, hasta el día de hoy, el Cartier Crash todavía se conoce como un símbolo de la empresa y es muy codiciado en las subastas.
Pulsera de amor Cartier
La pulsera Love es una de las piezas más conocidas de Cartier, pero el diseño tiene una inspiración igualmente interesante detrás. Así es, se cree que esta obra maestra creada en 1969 está inspirada en los cinturones de castidad de la Edad Media que solo el marido podía abrir para evitar que la mujer tuviera relaciones sexuales o fuera violada.
Curiosamente, Cartier se inspiró en los cinturones de castidad, centrándose en el simbolismo de la devoción y la fidelidad. El diseño de la pulsera de amor presenta un brazalete sólido con tornillos y un mecanismo de bloqueo, por lo que permanece seguro alrededor de la muñeca de su amante. La pulsera viene con un destornillador que debe ser guardado por su pareja para que solo ellos puedan abrirlo.
La icónica pulsera Cartier Love se hizo tan popular que los hospitales de Nueva York tuvieron que conseguir estos destornilladores en caso de tener que quitarlos de las muñecas a los pacientes durante una emergencia.
Trueque de perlas
En 1914, Pierre Cartier planeaba mudarse del vecindario ‘comercializado’ y entrar en la alta sociedad de la Quinta Avenida y la Calle 52 de Nueva York. Entonces, cuando la prometida del millonario, Morton Plant llamó su atención sobre una hermosa doble hebra de perlas naturales de Cartier, se hizo un trueque. Ambos estuvieron de acuerdo, el edificio de seis pisos de Plant a cambio del collar de perlas de Cartier junto con un pago de $ 100 a Cartier.
Pero a pesar de que las perlas naturales alcanzan el rescate de un rey en una subasta hoy en día, este no era el caso en la década de 1950, cuando, tras la muerte de la Sra. Maisie Plant, el famoso collar de perlas se vendió por miserables 150.000 dólares. En cuanto a la mansión Cartier, recientemente se sometió a una lujosa renovación, completa con un salón restaurado de Maisie Plant en la planta baja, y se dice que vale miles de millones.
Cartier vendió el rubí más caro del mundo en 2015.
Entre las curiosidades sobre Cartier no podíamos dejar por fuera al rubí birmano ‘Sunrise’. Esta gema de 25,59 quilates adornado con diamantes y montado en un anillo de la Maison Cartier, ostenta el récord mundial de un rubí birmano. En mayo de 2015, se subastó con una oferta ganadora de $ 30,335,698. La gema ahora se conoce como el rubí más caro, la piedra preciosa de color más cara y la piedra preciosa sin diamantes más cara del mundo.
ALFA