A las mujeres nos encanta comprar y es un gran placer hacerlo; y aunque estemos acostumbradas a adquirir una gran variedad de objetos como ropa, zapatos y cosméticos, para cubrir nuestras necesidades básicas; esa costumbre, sin embargo, no nos convierte en compradoras compulsivas.
Asimismo, algunas lo hacen de forma planificada de acuerdo a su presupuesto; y otras, compran sin limitaciones o sin importar afectar su economía; para saciar caprichos que las impulsan a adquirir artículos, que muchas veces, ni siquiera requieren.
No obstante, cuando el hecho de comprar de más se transforma en un problema y en un hábito ineludible, dejando de lado el razonamiento para mantener el presupuesto con el que se cuenta; entonces nos hallamos ante una compradora compulsiva.
¿Qué significa ser una compradora compulsiva? Es una mujer quien se caracteriza por no saber frenar sus impulsos al querer comprar y gastar de manera recurrente; ya sea, desde artículos que necesite, hasta cosas innecesarias; además, no conoce ningún tipo de límites y gasta más dinero de lo que su presupuesto le permite.
Por otro lado, especialistas y sicólogos en la materia, afirman que la “causa para comprar compulsivamente pueden ser innumerables; pero la mayor parte de las veces, revelan carencias afectivas y se convierten en una forma de solicitar amor o la necesidad de cubrir deseos insatisfechos internamente; y comprar les permite satisfacer esas necesidades”.
En ese sentido, el doctor Javier Garcés y José Antonio Molina, doctor en Sicología del libro SOS…Tengo una adicción (Editorial Pirámide), nos dan algunas claves para detectar si tenemos un problema con las compras:
Compro cosas innecesarias e inútiles. “El peligro llega cuando se da cuenta que deja de tener dinero para lo importante, por invertir en caprichos que no necesita”, señala Garcés.
Pago con tarjeta y no me fijo en lo que gasto. Las mujeres adictas a las compras no toman en cuenta el consumo hecho en ese momento; pero, cuando reciben el cargo de las facturas, se sorprenden; porque ni siquiera se acordaban de haber efectuado la compra.
Gasto más de lo que gano. El verdadero problema comienza cuando existe un gasto económico muy significativo; es decir, siempre que la cantidad de dinero sea superior a lo que podemos invertir; si es así, existe un verdadero conflicto.
Sin embargo, le ofrecemos algunas recomendaciones para no transfigurarse en una compradora compulsiva; y termine acabando con su economía y la de su familia:
Antes de salir de compras, prepare una lista previa. Así evitará comprar aquello que usted no necesite. Fíjese una cantidad a gastar y no se pase del presupuesto; evite comprar en estados de depresión, porque le será más difícil controlarse; además, lleve la contabilidad de todo lo que gasta, anote en una agenda el mínimo gasto que haga. No compre a crédito, y antes de adquirir algo nuevo, pague todas sus deudas.
No se deje atrapar en las redes de estas conductas compulsivas; aplique un poco de sabiduría y sensatez para no sacrificar sus necesidades básicas, ¡compre lo que realmente precisa!
ALFA