Hoy día se puede decir que se ha convertido en una tendencia correr, trotar o caminar para la salud, determinar cuál de las tres es la mejor opción es un tema que ha sido motivo de investigación por años en la comunidad científica. Lo que si es cierto es que practicar con regularidad cualquiera de ellos aportará beneficios a nuestro organismo.
En un laboratorio de California se realizó un estudio por un lapso de 6 años, estableciendo que perdemos peso más rápido corriendo que caminando, pero ambas actividades son igual de saludables, porque no depende de la intensidad sino de cuántas calorías alcance a quemar durante el tiempo en que realice la actividad.
Uno de los investigadores, Paul T. Williams comentaba que “una persona necesitaría caminar alrededor de siete kilómetros a ritmo acelerado para obtener la misma cantidad de ejercicio que al correr cinco kilómetros. Tomaría el doble de tiempo, alrededor de una hora y quince minutos en vez de 38 minutos”.
Escoger entre estas tres modalidades es una decisión personal, las tres aportan mejoras a nuestra salud física y emocional, estimulan la circulación sanguínea, reduce el riesgo de colesterol alto y diabetes, favorece a nuestro sistema inmunológico, mejora la densidad ósea, somos más felices porque estimula la producción de endorfinas en nuestro cerebro, aumentando la autoestima y apartando posibles cuadros depresivos; si corremos nuestra capacidad aeróbica y fortaleza muscular será mayor, si caminamos reduciremos el impacto en nuestras articulaciones.
El Doctor Mercola escribió un artículo muy interesante sobre los beneficios que produce caminar, en el comenta lo siguiente, “si desea añadir siete años a su esperanza de vida, aparte 20 a 25 minutos para una caminata diaria. Este hábito simple, que sin duda puede llegar a ser una de las partes más placenteras de su día, ha demostrado desencadenar un proceso antienvejecimiento e incluso podría ayudar a reparar ADN viejo”.
Realiza un análisis de varias investigaciones y estudios realizados y agrega que “el puro acto de caminar es benéfico, ya que es un movimiento fundamental del cuerpo humano. Si apenas comienza un programa de caminata (después de ser mayormente sedentario), camine a un paso cómodo y trabaje para aumentar gradualmente su paso y distancia”; para él lo ideal es caminar diariamente 10.000 pasos o más, aconseja el uso de un podómetro para contar sus pasos, para alcanzar esta meta puede fraccionar a lo largo del día sus caminatas, de acuerdo a la disponibilidad de su tiempo.
Los ejercicios aeróbicos son rutinas muy populares entre las personas que desean perder peso, si desea comenzar con un esquema de trabajo de entrenamiento para adelgazar comience una rutina de caminatas reposadas, cada semana varíe la intensidad y distancia del ejercicio, con miras a pasar de caminar a trotar y hasta correr si así lo prefiere; la práctica de cualquiera de estas actividades físicas es de bajo costo, lo único que necesitamos es un buen calzado y las ganas de escapar del sedentarismo.
ALFA