La casa Real Orange-Nassau se refiere a la Corona de los Países Bajo, su origen se remonta al matrimonio en Enrique III de Nassau-Breda del Sacro Imperio Romano Germánico y Claudia de Chälon procedente de la Borgoña francesa, quienes fueron los primeros en adoptar el apellido familiar “Orange-Nassau”.
La Monarquía Holandesa dispone de uno de los joyeros más variados y costosos de la realeza europea conteniendo diamantes, rubíes, esmeraldas, perlas, aguamarinas, entre muchas otras piedras de joyería. Adicionalmente, otra característica de este joyero real es la versatilidad en sus piezas, ya que muchas no solo pueden ser utilizadas de varias maneras, sino que además permiten intercambiar piezas de las joyas para darles una apariencia completamente distinta, esto nos hace tener la sensación de mayor amplitud y variedad en cada una de las reliquias que portan.
El joyero real se encuentra custodiado por la Fundación de las Joyas de la Familia Orange-Nassau con el fin de garantizar que estas no se pierdan a lo largo del tiempo entre herencias, por tanto no pueden ser heredadas ni vendidas sino que pertenecen únicamente a la Corona, en la actualidad la Reina Máxima es quien dispone de cada una de las joyas que allí se encuentran. Hoy conoceremos un poco sobre las principales Tiaras pertenecientes a esta familia real que nos harán suspirar y soñar con cada una de ellas.
La tiara preferida y quizás más significativa para los holandeses es la diadema de perlas y brillantes de la Reina Ana quien fue esposa de Guillermo II. Su origen proviene desde 1816, y el valor de cada una de las perlas en forma de lágrimas que posee es incalculable. Esta pieza tiene la particularidad de que puede ser utilizada con o sin las perlas, por tanto puede parecer como una pieza completamente distinta y adaptarse a la categoría de cada evento.
Existe otra tiara de gran valor sentimental para la actual Reina de los holandeses y es la “Tiara de las margaritas” la cual también es conocida como “Tiara de la Reina Sofía”, debido a que originalmente perteneció a la Reina Sofía quien fue la primera esposa del Rey Guillermo III de Holanda.
En 1966 se le incorporaron cinco broches de perlas y diamantes con forma de margarita que también pertenecieron en vida a la Reina Sofía y los utilizaba con frecuencia para sujetar las vueltas de sus collares de perlas. Posteriormente, en el año 2002 se retiran las margaritas de la tiara y se incorporan las estrellas de Diamantes de la Reina Emma que recibió como regalo de bodas en 1879, convirtiéndose en la segunda esposa del Rey Guillermo III.
La actual Reina Máxima de los Países Bajos utilizó la diadema de esta manera el día de su matrimonio con el entonces heredero al trono. Podemos notar la versatilidad de esta joya, ya que puede ser utilizada tal cual su creación original, con las margaritas o con las estrellas, luciendo entonces tres diademas distintas entre sí.
Tanto las margaritas como las estrellas que se le pueden agregar a la tiara, poder ser utilizados de forma independiente como broches, sumándose entonces a la imponente colección de joyas que pertenece a esta casa real.
ALFA