La hermosa corona Estrella del Universo es una de las joyas que forma parte de la colección de tiaras que se han utilizado en uno de los certámenes de belleza más importante del mundo, el Miss Universo; en el cual cientos de mujeres de distintos países del mundo participan para demostrar su belleza física, inteligencia, sensibilidad social, atributos, habilidades; entre otras varias categorías que se toman en cuenta para definir a la ganadora.
A lo largo del tiempo, se han utilizado distintas tiaras en la proclamación de la ganadora, en algunos casos este cambio se ha debido a la necesidad de modernizar la imagen del concurso, en otros casos ha sido por estilismo, comodidad y practicidad para llevar la pieza, también se ha modificado la tiara como parte de la negociación relacionada a la sede de donde se celebrará el concurso en ese momento.
Pues bien, esta corona utilizada en el período 1954 a 1960, fue el tercer cambio de tiara realizado por el concurso. Esta joya está montada en un marco de platino y dorado con más de mil perlas cultivadas en el Oriente, por si esto fuese poco también contenía varias perlas negras. El costo estimado para esta hermosa pieza, asciende al medio millón de dólares, lo que la convierte en una reliquia de gran nivel.
Esta corona dejó de ser práctica debido a su alto costo, ya que, las ganadoras solo podían utilizarla pocas veces y siempre con un guardaespaldas con ellas; esto les imposibilitaba lucir su corona en los múltiples compromisos adquiridos por el certamen, en el cual deben hacer presentaciones en público portando la corona.
Esta corona fue portada por primera vez la estadounidense Miriam Stevenson, mientras que la última en utilizarla fue la también estadounidense Linda Bement ya que, después de este año se comenzó a utilizar la corona “Rhinestones”.
Ser la ganadora de este certamen implica gran responsabilidad no solo por las múltiples funciones que esto conlleva, sino además por el cuidado que se debe de tener al portar una joya de tal magnitud, valoradas en muchas ocasiones por montos que ni siquiera en el mejor de nuestros sueños poseemos.
Si algo ha caracterizado a este certamen es el buen gusto para elegir la pieza central del concurso y hacer sentir a su portadora como la princesa de ensueño en un cuento de hadas, colmado de mucho glamour y elegancia.
ALFA