Córcega es una exuberante isla, con paisajes que conservan una belleza salvaje donde el atractivo del clima mediterráneo atrae a miles de turistas todos los años. Este extraordinario lugar, ubicado al sureste de la Costa Azul de Niza en Francia, tiene increíbles rutas dedicadas al senderismo, en las cuales se puede apreciar, la riqueza del hermoso territorio, emergido por numerosas montañas con miles de metros de altitud.
Sin embargo, la desafiante imponencia de esta mágica creación natural, no abarca únicamente sus serranías; además, están sus esplendorosos bosques de pino, que encierran los cristalinos lagos. También se encuentran los pastos alpinos, los extensos viñedos, el deshabitado monte bajo y los tantos ríos que atraviesan la incomparable isla.
Igualmente, cuenta con el privilegio de poseer, más de mil kilómetros de litoral, con cientos de playas de ensueño, llenas de arenas blancas y aguas de un color turquesa impresionante; en un hábitat conservado dentro de un perfecto ecosistema con asombrosos acantilados.
Entre las playas más preciosas de Córcega, podemos encontrar la “playa de Barcaggio” que tiene las dunas más altas de la zona, igualmente la playa “Ostriconi” de aguas transparentes y con una amplitud que se sale de lo habitual; asimismo, la playa de “Saleccia”, con un kilómetro de largo y la playa de Loto que conserva una arena muy fina con una encantadora laguna.
Córcega es la cuarta isla más grande del Mar Mediterráneo, con exquisitas ciudades, y pintorescos pueblos de una belleza admirable. De igual manera, es una tierra que conserva un patrimonio cultural excepcional, expresando una tradición con matices de un pasado envolvente, protagonizado por griegos, fenicios, etruscos, romanos, bárbaros, entre otras civilizaciones que dejaron sus marcas en las ruinas prehistóricas, en sus murallas griegas e iglesias románicas y palacetes.
Por otro lado, las distintas festividades acompañadas de música, danza, canto y cine, le brindarán momentos inolvidables. A la par, usted disfrutará de una gastronomía de primera calidad, con productos propios de la región, en una gran variedad de platos, sobresaliendo los pescados y mariscos; además, el sabor de la charcutería es de un gusto muy particular, con ingredientes ahumados en madera de castaño resaltando el gusto de los embutidos.
También, los quesos son una delicia de degustación inigualable, hechos de oveja y cabra. Los famosos vinos, considerados como los más antiguos del mundo, licores típicos de la zona como el “Rappu”, aguardientes digestivos y las cervezas corsas con sabores muy particulares; complacerán el paladar de turistas y lugareños; la miel corsa tiene seis variedades diferentes, destacando la miel de maquis, miel de castañas, miel de madroño; muy apreciadas para realizar gran variedad de dulces, pasteles y mermeladas.
Visitar Córcega es una satisfacción que puede darse, por lo menos una vez en la vida, disfrutando la bondad de sus ambientes salvajes. Un destino donde la perfección acompaña todos los días; para complacerse de un itinerario lleno de recuerdos, al observar la autenticidad de una naturaleza que se renueva a la vista de todos, causando asombro y admiración.
ALFA