Cuántas veces ha escuchado a su hijo decir, ¡Mamá estoy aburrido!, a pesar de que usted se ha preocupado por llenarle su cuarto de juguetes y todo tipo de equipos electrónicos para su diversión y entretenimiento. Esto es más común de lo que imagina, así que no debe preocuparse, le ofreceremos algunos consejos para sobrellevar el aburrimiento, pues a pesar del gasto que representan las adquisiciones que hace, algunas veces al preguntarle ¿cómo estás?, la respuesta no se hace esperar: “aburrido”.
Ante todo debe tener presente que lo que para usted es muy interesante, para ellos puede no serlo tanto, ni siquiera en el caso que decida pensar en función de los niños y hacer memoria de los juguetes con los que disfrutó en su infancia, los tiempos han cambiado así como los intereses, el hábitat, el tipo de crianza que se imparte, los métodos de estudio, la personalidad que van desarrollando, en fin, son tantos los factores que influyen que tenemos que convertirnos en detectives con los oídos preparados, para enterarnos de lo que podría entretenerlos para brindarles alguna distracción divertida y emocionante.
Hoy día donde la vida es cada vez más agitada y los niños están habituados a levantarse a una hora determinada con poco tiempo o ninguno para desayunar, correr a clases, participar en ella, luego ir a tareas dirigidas, al fútbol o a clases de danza, llegar a tomar un baño, la cena, media hora de televisión y a dormir, para que comience el nuevo día igual al anterior, es posible que no sepan administrar ese tiempo ocioso, sobre todo en las vacaciones que ha de ser donde lo notan más.
Si es difícil hacer algo, más difícil es no hacer nada, por eso, invite a los pequeños a realizar tareas divertidas y desconocidas para ellos, que le den un buen baño al perro para que cada vez que se sacuda los haga reír, pídales ayuda para realizar alguna tarea del hogar, como pintar o sembrar una planta, aproveche que está de moda la cocina, compartan alguna receta deliciosa entre todos, motívelos a participar en actividades al aire libre como ir de pesca, montar bicicleta, o en casa armando rompecabezas o pasar el tiempo con algún juego de mesa.
La mente de los niños es tan creativa y fértil que sinceramente la palabra aburrido sale sobrando; cuando reciben un regalo puede que sea el más costoso, lindo y sonoro que había en la tienda, pero si ellos logran apoderarse de la caja, se convertirá en su mayor diversión hasta que la vean destruida totalmente.
De todas maneras, no trate de llenar los espacios libres de sus hijos todo el día porque es sano dejarlos en libertad de pensar, decidir, solucionar y crear por sí solos; con su imaginación superan sus expectativas, es la dependencia y facilidad que les ofrece lo que hace que no encuentren salida en lo emprendido, de vez en cuando déjelos que le pidan ayuda varias veces antes de hacerse presente y se llevará gratas sorpresas.
ALFA