Con la adolescencia llega la rebeldía, el cambio de hormonas y el acné. Adicionalmente, algunas veinteañeras y hasta treintañeras pueden sufrir la aparición de las molestas y dolorosas espinillas. El inconveniente no parece ser solo hormonal, sino por la ausencia de algunas recomendaciones que a continuación podremos detallarle para lograr combatir el acné.
Para el control de las glándulas sebáceas, la higiene y limpieza adecuada de nuestro cutis es fundamental. Por este motivo, los médicos dermatólogos recomiendan el uso de jabones neutros y el uso de agua tibia para limpiarse la cara.
Adicionalmente, un toque de agua helada al finalizar la limpieza proporciona un ligero cierre de los poros que eviten que se contamine con la polución del medio ambiente. El uso correcto de esta técnica y secarse con leves palmaditas el rostro, evitan la propagación de la bacteria y que su piel sufra daño por el grueso de la toalla.
Cuando el problema es por cambios a niveles hormonales, el acné no solo aparecerá en el rostro que cuesta mucho ocultar al no ser recomendado utilizar maquillaje durante el tiempo que dure la espinilla, sino en diferentes partes del cuerpo como la espalda y los hombros.
Una de las técnicas usadas para tratar el acné, además de los jabones neutros, existen diversas presentaciones con la que podrá exfoliar su rostro. Sino tiene posibilidad de adquirirlo, un poco de azúcar combinado con su jabón habitual hará el trabajo y dejará su rostro limpio de grasa e impurezas que se quedan en sus poros.
Cuando la espinilla se ha manifestado en su rostro o en otra parte del cuerpo, busque una cucharada de bicarbonato de sodio, mézclelo con un poco de agua tibia hasta que logre una pasta que se colocará en la pápula y dejará secar entre 10 y 15 minutos.
Posteriormente, deberá retirar con suficiente agua fresca. Notará su cutis limpio, una piel suave y estará favoreciendo a su piel al darle la posibilidad de abrir el poro y madure más rápidamente. Este remedio casero valdrá la pena realizarlo durante su rutina diaria de limpieza de cutis y solo deberá dejar de usarlo si observa alguna reacción desfavorable.
Pero si la química presenta algunas anomalías en la naturaleza podrá encontrar el mayor de los antisépticos del mercado: el limón. Este cítrico es el perfecto aliado para combatir el acné gracias a su ácido interior, considerado antibacterial y suavizante.
Su uso es bastante sencillo pero tendrá que considerar utilizarlos solo por las noches, ya que al contacto con el sol podrá manchar su piel. Aunque su quemadura puede ser de consideración es bastante seguro su aplicación. Una vez que haya lavado el fruto, córtelo a la mitad y con un algodón, aplíquele el jugo o zuma, a la parte afectada.
Al igual que el bicarbonato, deje actuar de ocho a diez minutos, limpie con jabón neutro y abundante agua tibia que logre abrir los poros para una limpieza profunda. Estas técnicas son relativamente fáciles de encontrar en el mercado y de aplicar, sin embargo, lo recomendable es que acuda a un médico dermatólogo.
ALFA