El platino, es un material muy utilizado para realizar joyas espectaculares. Pero como todo metal, el uso frecuente de estas prendas puede favorecer el deterioro de su brillo, debido a elementos como el sudor, polvo, residuos de sustancias perfumadas, el roce con otras piezas de joyería, entre otros factores.
Ante todo, debemos darle un especial cuidado a las joyas de platino, no solo guardándolas correctamente, sino brindándoles el mantenimiento que ameritan. De esa forma, perdurarán por más tiempo, con la garantía que pueden pasar a las nuevas generaciones de la familia o quizás a personas especiales en nuestra vida.
Por eso, para conservarlas en buen estado, es necesario seguir algunos consejos que le ayudarán a mantenerlas siempre como nuevas. Tomando en cuenta que para hacerlo, además de separarlas entre sí, para no rayarlas, debe utilizar los productos adecuados cuando realice la respectiva limpieza y así evitar dañarlas.
Asimismo, es imprescindible protegerlas del polvo, sucio y humedad, la mejor manera de hacerlo es envolviéndolas en una tela suave, como el fieltro y terciopelo, depositándolas en un cofre. Pero si tiene por costumbre usar algunas de estas joyas casi a diario, o simplemente las lleva con usted siempre; entonces quitárselas primeramente al bañarse, cuando practique alguna actividad deportiva y antes de dormir, es lo conveniente, protegiéndolas de golpes y acumulación de suciedad.
Sin embargo, para limpiarlas hay que tener mucha precaución con los productos y químicos elegidos; esto se debe a que muchos de ellos, en vez de resaltar el brillo natural de las piezas, contribuyen a opacarlas drásticamente. Las joyas de platino quedan perfectamente lavadas con agua de jabón y un poco de sal; previamente se pueden remojar por unos minutos, con mucha suavidad se friccionan con un cepillo de cerdas finas y blandas, no ejerciendo mucha fuerza, enjuagándolas luego con agua natural a temperatura ambiente.
Si emplea un producto comercial para limpiar el platino, es recomendable seguir al pie de la letra, las indicaciones de la etiqueta. Generalmente estas sustancias se usan una vez al mes, precisamente por los diferentes compuestos químicos que poseen; no obstante, si el limpiador que adquirió no tuvo la suficiente efectividad, le aconsejamos acudir a un joyero, para que le realice un lavado profundo a la joya de platino en caso que la prenda esté muy manchada.
También, valerse de un poquito de amoniaco o bicarbonato de sodio, le serán de mucha utilidad; mezclando agua, jabón y unas gotas de cualquiera de estos dos ingredientes en un recipiente, sumergiendo la joya, cepillándola con movimientos suaves hasta que desaparezca todo el sucio. Después, enjuáguela con suficiente agua tibia, colocándola en un paño para que se escurra sola, pero si necesita secarla rápido, hágalo con tela gamuzada, puliéndola ligeramente con el mismo tejido.
Cuidar debidamente nuestras joyas de platino, requiere de pasos muy sencillos; solo debemos adoptar ciertos hábitos para mantenerlas en buen estado, con un brillo reluciente que llamará inmediatamente la atención, conservando una calidad incomparable a toda prueba.
Mil gracias por los consejos !!!
Mientras más natural y sencillo sea el procedimiento mas cuidamos la prenda. Probaré con agua, jabón y bicarbonato