El cansancio diurno corresponde a afección que puede derivarse de un ajetreado estilo de vida. Es innegable como el estrés y las preocupaciones tienen graves consecuencias sobre la hora de descanso. Pero no acaba aquí, porque luego esto da paso a una mayor fatiga diurna, mayor cansancio físico, más preocupaciones por la falta de rendimiento, y como consecuente, incremento en la falta de sueño. Todo ello corresponde a una fórmula fatal para cualquier ser humano.
Por fortuna, existen algunas herramientas que podrán ayudarle para facilitar el desarrollo de su jornada diaria así como a tener un merecido y apropiado descanso.
Una alimentación sana y correcta es fundamental contra el cansancio. Los alimentos adecuados son aquellos que proporcionan energía necesaria y a la vez saludable para cumplir con las tareas diarias. Las frutas y los vegetales resultan fuentes energéticas imprescindibles para cumplir cada jornada laboral con éxito, y libre de fatiga.
Durante el horario de trabajo procure realizar periodos cortos de descanso. Durante la jornada laboral, tómese diez minutos y de una caminata libera por la oficina. Despeje su mente, pues esto lo ayudará a relajar su cerebro. Esto hará que el ambiente sea más adecuado para estar a gusto y tranquilo, evitando cualquier motivo que genere estrés.
El estrés se libera gracias al ejercicio físico. Si bien este es uno de los grandes enemigos de la salud y el bienestar, una jornada de actividad física hará que el cerebro se mantenga alerta por más tiempo. Tome una hora para poder practicar cualquier tipo de deporte o disciplina, por ejemplo, las caminatas al aire libre son excelentes para colaborar que el cuerpo libere toda la tensión y llegue relajado a la hora de descanso.
El doctor Heras López señala que el descanso es fundamental para atender cualquier obligación o tarea diaria. “El insomnio, trastorno del sueño, es uno de los principales motivos de consulta. Sus efectos negativos sobre la salud son numerosos e incluyen síntomas como cansancio diurno, disminución de la atención, somnolencia, irritabilidad, tensión, animo deprimido, dolores de cabeza, molestias gastrointestinales o dolores musculares generales entre otros. El sueño es imprescindible para reparar muchas funciones del organismo, por lo que las personas que duermen bien, suelen tener mejor salud que las que duermen mal.”
Pero, ¿cuántas horas de sueño merece un adulto? “La respuesta es sencilla, las horas necesarias para sentirse descansado al día siguiente y poder hacer una vida normal sin recurrir a los excitantes. El número exacto varia de una persona a otra y depende mucho de la edad. Por ejemplo, un bebe puede pasar 18 horas dormido cada día, un niño 12, un adulto tiene suficiente con 7 o 9 y un anciano puede ser suficiente 5-6 horas de sueño. Con la edad, las necesidades de sueño disminuyen aunque en algunos casos disminuye también la calidad del sueño por el envejecimiento cerebral y porque se han consolidado malos hábitos de sueño llevados durante años. Por eso es importante empezar a cuidar nuestro sueño desde ya.”
ALFA