Las primeras piezas de joyería, fueron fabricadas por antiguas civilizaciones que poblaron la tierra; utilizando fragmentos provenientes de árboles, animales y piedras para crear piezas ornamentales. En un reciente descubrimiento antropológico, se pudo comprobar mediante rigurosos estudios, que las primeras joyas de la humanidad fueron creadas hace aproximadamente 130.000 años.
Esto significa mucho para la historia, ya que todos estos descubrimientos prueban que desde siempre, hemos sentido la necesidad de lucir accesorios en nuestro cuerpo, despertando la imaginación en nosotros y en cualquier otra persona que los vea.
Es por eso que mientras avanzaba el tiempo, los hombres de la antigüedad perfeccionaban las herramientas que en su mayoría estaban fabricadas con piedras preciosas; desconociendo el verdadero valor que representaban dichas piezas.
Mientras incursionaban por diferentes parajes salvajes, recogían pedazos de cristal de roca, jade, corales y conchas marinas; que pulían con materiales rudimentarios. La gran novedad de la cultura más antigua del mundo fue la colección del ámbar, que estuvo siempre presente en esos períodos. Los collares realizados con garras de animales, marfil de elefante y ámbar; eran joyas que lucían en ese tiempo. Empleaban colores encontrados en los elementos de la naturaleza para hacerles decoraciones, eso demuestra que la creatividad siempre estuvo presente en nuestros antepasados.
Esa misma capacidad para inventar y crear, los motivó a grabar y pintar las paredes de las cuevas y cavernas donde vivían, expresando con aquel arte las experiencias de sus vidas; en las que los animales representaban el fenómeno de lo extraordinario. Dibujos grabados con las más hermosas piedras preciosas, que hoy día son símbolos de lujo y categoría.
Así transcurrieron los siglos, y fueron surgiendo otras culturas que fueron perfeccionando la joyería. En el Egipto Antiguo por ejemplo, a las alhajas se le acreditaban poderes mágicos y religiosos, igualaban los metales comparándolos con sus dioses. El cobre lo identificaban con el Dios Ha Thor, y el oro lo relacionaban con el Dios Sol; el lapis lazuli y la turquesa, los incrustaban en los metales como símbolo de placer y alegría. Asimismo, tenían la costumbre de enterrar a los faraones y sacerdotes con una gran cantidad de joyas; pensando que con ellas resguardaban el espíritu de los muertos.
En Grecia y Roma, los artesanos utilizaban técnicas de estampado, granulación de oro y filigrana; casi no incrustaban piedras o perlas. En la América Prehispana, el cobre y el bronce tomaron un significado importante; siendo la principal técnica la fundición en los hornos. En la India, se usaban las tiras y pendientes de oro; en China la plata era soberana; y en África la plata esmaltada y los amuletos eran la usanza del momento. En la edad media, los anillos y colgantes engastados en forma de figuras religiosas, eran la tendencia de esa joyería.
Desde tiempos remotos hasta la actualidad, las joyas han marcado diferencias en cada época. Diseños que han puesto de manifiesto las diferentes técnicas aplicadas en la historia de la orfebrería.
ALFA