CONOZCA LAS DISFUNCIONES SEXUALES FEMENINAS

Normalmente las mujeres no están muy conscientes de su sexualidad, muchas no asocian la intimidad con el placer, y ven esta situación como algo habitual, evitando darle la importancia que esto merece. Algunas veces, por ignorancia o por temor a lo que dirán, dejan de prestarle atención a las vicisitudes que se pueden presentar durante el acto sexual, dejando que pase el tiempo hasta que se convierte en un problema en la pareja.

Tal es el caso de las disfunciones sexuales femeninas, que hasta hace poco parecían ser problemas que solo agobiaban al hombre. La disfunción sexual es la dificultad durante el coito, que impide que el hombre o la mujer lleguen al clímax, y se relaciona con el deseo, la excitación y el orgasmo.

Para muchas mujeres hablar de esto representa un tabú; solo algunas lo ven como un problema. Las demás simplemente asumen que es normal y no son capaces de hablarlo, mucho menos de buscar una solución. Las disfunciones sexuales femeninas  pueden tener causas orgánicas como problemas hormonales, diabetes e hipertensión arterial; causas psicológicas como ansiedad, problemas de pareja o abuso sexual; y causas educativas como la vergüenza, la culpa y el temor.

Entre las disfunciones más comunes que afectan a las mujeres se encuentra la anorgasmia, ésta consiste en la imposibilidad de alcanzar el orgasmo y en muchos casos se caracteriza por la ausencia total de éstos, llegando al punto en el que jamás han llegado a tener uno; aunque sientan placer, no lo alcanzan. Las posibles causas de esta disfunción pueden ser problemas psicológicos, la falta de estimulación y el estrés.

Asimismo, otro de estos trastornos sexuales es el vaginismo: una contracción de los músculos de la vagina, llegando al cierre por reflejo parcial o total del conducto vaginal. Ésta puede llegar a ser dolorosa, lo que ocasiona que en los casos más graves sea imposible la penetración. Está asociado con un factor psicológico, como abuso sexual o experiencias sexuales traumáticas.

Por otro lado, está la dispareunia, que consiste en la molestia o dolor durante el acto sexual, llegando en algunas oportunidades a impedir realizarlos; ésta produce irritación vaginal hasta un dolor intenso. Sus causas son variadas: falta de placer, poca lubricación vaginal, desinterés hacia la pareja, infecciones vaginales, entre otras.

La frigidez o trastorno del deseo sexual es otra disfunción sexual femenina muy común. No existe el placer y hay ausencia de deseo hacia la pareja, así como de estímulos en el cuerpo y los genitales; por lo general, la mujer realiza el acto sexual por obligación; sus causas también son psicológicas como los problemas de pareja.

Pues bien, las disfunciones sexuales pueden llenar de frustración y vergüenza a quienes las padecen, pero se puede lidiar con ellas para superarlas y, finalmente,  disfrutar del sexo. Para ello es necesario darse cuenta del problema, hablar con la pareja y buscar una solución entre ambos, y así salvar su intimidad sexual.