En el mes de agosto culminaron los Juegos Olímpicos y gracias a la cobertura mediática y a la tecnología pudimos observar en nuestros televisores como algunos atletas mostraban unas marcas circulares rojizas en su piel; conozca la ventosaterapia un tratamiento de la medicina alternativa, una técnica ancestral utilizada por los egipcios, chinos y algunos países del medio oriente.
La ventosaterapia consiste en colocar una ventosa que puede ser entre otros, un vaso o una copa sobre la piel, cuando la piel sella el aire caliente en el recipiente, el aire interno se enfría originando que la piel se contraiga, al hacerlo se produce una inflamación local en el sitio donde fue puesta logrando estirar y contraer la piel para incrementar el flujo sanguíneo.
Para su correcta aplicación se calienta con un algodón encendido en el interior de la ventosa a colocar, e inmediatamente se sitúa sobre el área donde se necesita; la combustión del oxígeno hace que se adhiera a la piel y la aspire, se deja en esa posición por 10 minutos aproximadamente.
La American Cancer Society, opina que este sistema puede dejar marcas amoratadas transitorias en la piel con ligero riesgo de quemaduras y asevera que: «La evidencia científica disponible no apoya las reivindicaciones de que la terapia con ventosas tenga beneficios para la salud».
Expertos sobre la ventosaterapia, también conocida como cupping, la califican como “una moda de las celebridades”, “una pseudociencia sin sentido”, dicen que no es operativo excepto por el efecto placebo; el cirujano americano David Gorski y el farmacólogo inglés David Colquhoun, aseguran que “es todo riesgo para ningún beneficio”, que “no tiene cabida en la medicina moderna” y que “es ridícula y completamente inverosímil”.
Los que apoyan el uso de este tipo de medicina alternativa destacan entre sus bondades, mejorar la circulación sanguínea, eliminar las toxinas del cuerpo humano y ayudar a aliviar el dolor; algunos expertos recomiendan tomar baños con sales que tengan propiedades antiinflamatorias, para así aliviar las molestias o el dolor que pudiera ocasionar el efecto de las ventosas sobre la piel, además de maximizar los beneficios para sentirse más suelto y disfrutar del alivio de los músculos sin tensión.
El campeón olímpico Michael Phelps, nadador más condecorado de la competencia, originó gran suspicacia por sus marcas circulares amoratadas en la espalda y el hombro derecho; está claro que él, al igual que otros nadadores de élite, creen fervientemente en la terapia con ventosas, para muchos incrementa el flujo sanguíneo y facilita la relajación de los músculos, para así lograr una rápida recuperación. Si lo vemos por los resultados obtenidos a este gran nadador le funcionó a las mil maravillas.
Bien sea por curiosidad, moda o porque cree en este método, si lo va a utilizar infórmese que tanto puede confiar en la persona que le aplicará el tratamiento pues hay muchos charlatanes oportunistas que sólo se aprovechan de los demás y no saben lo que hacen.
ALFA