Ecuador, un país pequeño de naturaleza imponente. Su diversidad de flora, fauna y vida animal es bastante amplia. A pesar de ser muchos los lugares que lo integran, dotados para brindarle a cada turista conocimientos y vivencias únicas, solo haremos mención a unos pocos.

Empezando por el Mirador de la Baronesa, situado en la isla Floreana, Galápagos. En este lugar es posible contemplar la belleza del mar presente desde la península de Enderby hasta Bahía del Correo.

Durante el traslado para llegar a la isleta del observatorio se puede disfrutar de la compañía de ciertas especies marinas, como las tortugas de mar, las rayas de águila dorada y en ocasiones, los esplendidos pingüinos Galápagos.

La Isla de la Plata, componente del estado de Manabí, es otra zona ecuatoriana con gran esplendor. Su terreno posee una amplitud de 1200 hectáreas, las cuales solo pueden ser recorridas con ayuda de un guía turístico. El trayecto apto para visitantes consta de tres kilómetros y dura alrededor de cuatro horas.

Este habitad es territorio de apareamiento de las fascinantes ballenas jorobadas, además, es la proveedora de alimentos para las aves que residen en las costas, tales como los pelicanos y las fragatas.

No muy lejos está la Cascada de San Rafael, uno de los monumentos naturales de mayor tamaño en el país. La misma cuenta con una caída de 160 metros de altura con 14 metros de ancho, su agua proviene del río Coca y tiene una temperatura de 20°C.

Este maravilloso pasaje está acompañado por una densa vegetación integrada por arboles de gran tamaño e intenso verdor, los cuales son el hogar de distintas especies de aves y ardillas. Además de esto, también es posible encontrar venados y pumas.

La laguna de Quilotoa, es un magnifico cráter con 240 metros de profundidad y tres kilómetros de diámetro. Tuvo su nacimiento luego de las abruptas erupciones del volcán denominado por el mismo nombre. Su agua es de un hermoso color turquesa con una temperatura variante entre los 16°C y -1°C.

El panorama que esta formación le regala a la vista es admirable, en conjunto con un clima fresco y agradable. En su entorno los animales como el lobo de páramo, las cervicabras y algunos conejos se hacen visibles.

Por último, se encuentra el Parque Nacional Sumaco, establecido en plena Amazonía de Ecuador. A pesar de ser una hermosura natural, su afluencia turística es escasa. Este recinto está integrado por 205.249 hectáreas de terreno verde y frondoso.

Se estima que al menos por cada 10.000 metros cuadrados hacen vida 200 especies de árboles distintas; unas de las más nombradas es el cedro y el colorado. Además de esto, los animales de esta zona también son muy diversos, entre los más destacados está el armadillo gigante y el tigrillo.

¡Ecuador, tierra de dicha natural! Son estos algunos de los tantos atributos que atraen a los turistas. Aunado a esto, es la razón por la cual debemos apreciar y preservar su biodiversidad, disfrutando sanamente de ella.

ALFA

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