Según encuestas, la falta de una buena comunicación sexual ha sido la causa de muchas rupturas de relaciones amorosas, donde se evidencia el poco conocimiento que una persona tiene con respecto a las zonas de placer o gustos de su pareja al momento de la intimidad; lo que ocasiona el aburrimiento, inconformidad e insatisfacción por parte de ambos, perdiendo el interés y el deseo sexual normal que debe tener cada uno en la relación, cayendo en monotonía y empujándolos en muchos casos a la infidelidad.

Cuando nos referimos a comunicación sexual hacemos alusión a todo aquel conocimiento que se debe tener de la pareja y de sí mismo en el plano de la intimidad, saber los gustos, las fantasías, los deseos, el cómo, cuándo y dónde de cada uno. Cualquier relación que se considere “sana” debe tener este tema más que abordado, ya que de no ser así, es una prueba de las dificultades y problemas que presentan a nivel emocional; además de la escasa educación sexual de ambos que se reflejará durante el contacto íntimo, disminuyendo el disfrute y la satisfacción sexual.

Por tal motivo, es esencial que exista una buena y correcta comunicación sexual, ya que esto conformará una base sólida para mantener una relación de pareja estable. Esta debe basarse en un interés mutuo y de diálogo con respecto a las necesidades de cada uno. En muchos casos y en aquellas personas que han mantenido una relación por largo tiempo, les resulta algo vergonzoso hablar acerca de sus gustos y deseos en el campo sexual, ¡esto es un error!; se debe dejar a un lado el tabú si no se quiere llegar a una ruptura por tener una incompatibilidad e inconformidad sexual.

El propósito de una efectiva comunicación sexual es la salud general de su relación. Para alimentar el disfrute durante el encuentro, es necesario dar rienda suelta a la imaginación, pues un poco de picardía no le hace daño a nadie; incluso puede intentar vestirse provocativamente y darle espectáculos privados a su pareja; ya que la vista es un sentido que estimula el deseo. Igualmente, pueden probar nuevas posiciones y hacer realidad esas fantasías que ambos tienen, ¡claro!, siempre y cuando se respete el límite de dignidad y moral de cada uno, reviviendo la pasión y la compatibilidad sexual.

ALFA