La sonrisa es la carta de presentación que tenemos. Lo primero que presentamos al conocer personas es nuestra sonrisa. Es muy importante prestar atención y cuidarla para que no se arruine ya que es una parte importante de nuestro rostro. La que da forma a toda nuestra cara.
Muchas veces tener una buena higiene bucal no es suficiente para tener una dentadura perfecta. Nuestros dientes están expuestos a millones de bacterias durante todo el día y no basta con cepillarse con regularidad si dichas bacterias se alojan en las partes más profundas que muchas veces, no resulta tan fácil de limpiar ni se ven a simple vista.
Una cosa de la que pocos nos percatamos es que hay que tener cuidado con la temperatura de los alimentos porque pueden provocar sensibilidad dental. Esta puede ser muy molesta aparte de dejarnos daños muy graves a nuestros dientes que pueden ser irreversibles. Es mejor esperar unos minutos antes de disfrutar de un frío helado o de un plato recién cocinado.
La hidratación es clave para eliminar las toxinas de nuestro cuerpo y favorecer la producción de saliva que nos ayuda a neutralizar las bacterias. Así que toma mucha agua que no solo te ayudará a combatir la celulitis, sino que también cuidarás tus dientes.
Los lácteos también nos ayudan a cuidar nuestra dentadura ya que tienen muy bajo contenido de azúcar y alto en calcio, lo que lo hace una buena combinación para fortalecer nuestros dientes y mantenerlos sanos y fuertes.
Las frutas cítricas poseen un alto contenido en Vitamina C, saludable para nuestro organismo; pero, los jugos cítricos pueden dañar nuestro esmalte provocándonos sensibilidad dental ya que el ácido cítrico en cantidades abundantes puede tumbar el esmalte de nuestros dientes exponiéndolos a problemas con el nervio dental. Para esto, es recomendable utilizar una pajilla ya que esta lleva el líquido directamente a nuestra garganta evitando que rocen nuestros dientes y se alojen ahí las bacterias. Esto es excelente también para evitar las caries por el efecto abrasador que tiene el azúcar en nuestra dentadura.
A la hora de comprar un cepillo de dientes escoge el más adecuado para tu dentadura. En el mercado hay muchos tipos de cepillos, pero no todos son convenientes para que los usemos, ya que depende del tipo de necesidad que tengamos o el tipo de dentadura que poseamos. Es mejor escoger los de cerdas medianamente duras, ya que si son muy duras podemos hacernos daño. Los más suaves son especialmente recomendables para las personas que sufren de encías sensibles. Un cepillo más duro no asegura una mejor limpieza dental.
Como pudiste observar, cuidar nuestra sonrisa va mucho más allá de simplemente tener unos dientes sanos. También abarca el cuidado de la boca en general y la limpieza dental más allá del cepillado diario. La sonrisa nos puede abrir muchas puertas o cerrárnoslas, así que toma esto en cuenta a la hora de saber utilizarla para que así consigas con éxito lo que te propongas.
ALFA