Por su belleza y significado las joyas son uno de los objetos que más valoramos las mujeres y los hombres de todo el mundo, no en vano a éstas se les consideran el acompañante ideal de nuestro look. Por esta razón, cuando escogemos una joya, siempre procuramos que sea única y que pueda ser usada en cualquier ocasión; es así como tenemos joyas obsequiadas y compradas en todos los tamaños, materiales, formas y colores para combinar con cada atuendo. Y, aunque algunas son más caras que otras, lo que todas tienen en común es que cada una de ellas forman parte del tesoro más preciado de cualquier persona.

En virtud de ello, es importante que les demos un mantenimiento especial para que siempre puedan lucir como nuevas y se preserven en el tiempo. Los cuidados que vamos a darles van a depender del material del que estén hechas, y uno de los que requiere especial atención es el jade, pues su cuidado tiene doble propósito: limpiar y al mismo tiempo recargar de energía la piedra. Una limpieza incorrecta puede arruinar no solo su hermoso colorido y textura, sino, también, su carga energética, opacando con ello su belleza y propiedades curativas.

Teniendo en cuenta estas consideraciones, y si usted tiene joyas de jade, le podemos recomendar los siguientes cuidados:

Evite golpear la joya contra superficies duras, pues aunque a veces los daños no son muy evidentes, con el tiempo tienden a mostrarse agrietadas.

El jade no requiere tratamientos especiales o limpiadores químicos para retirar la suciedad, este puede limpiarse fácilmente con un pañuelo suave y húmedo; para secarlo use otro que esté seco. Si usa la joya diariamente, límpiela al final del día.

Al igual que otras joyas, el jade debe mantenerse lejos del sudor, los cosméticos y las sustancias químicas, ya que pueden dañar la superficie y opacar su color. De igual manera, si va de paseo a la piscina, quítese la joya antes de nadar para evitar deterioro a causa  del cloro.

El jade es una piedra lunar, por ello usted la puede recargar dejándola toda la noche bajo la luz de la luna, pero no lo exponga a la luz del sol, ya que este puede provocar que se expanda y cambie su aspecto, rompiendo además la armonía de la piedra. También puede recargarse colocándola en un vaso con agua y amatista. Es recomendable hacer esta recarga mensualmente, sobre todo si usted la lleva consigo todos los días.

En caso de que el jade se caliente o cambie de color debe, primeramente, limpiarlo: lavándolo solamente con agua tibia por un minuto y recargarla luego.

Si siguió nuestros consejos, verá como sus joyas de jade estarán más bellas y brillantes cuanto más las use; podrá llevarlas por mucho tiempo e incluso heredárselas a sus hijos o nietos. Pero recuerde que, además de ser un adorno muy hermoso, sus joyas de jade le agradecerán sus cuidados brindándole salud y prosperidad, y renovando sus energías. ¡Si no la tiene busque la suya!

ALFA