A todas nos gusta la llegada de la Navidad, sin embargo, el estrés navideño es inevitable en esta época donde surgen muchos compromisos; andamos de prisa en compras de última hora y en muchos casos, esta temporada en vez de generarnos tranquilidad puede llegar a afectar nuestra salud tanto psicológica como física. Aquí le decimos cómo controlar los niveles de ansiedad y estrés navideño para que pueda disfrutar de la época más inolvidable del año.
Usted debe seguir su misma rutina de alimentación, coma de manera equilibrada satisfaciendo cada una de sus necesidades alimenticias y aportándole a su organismo todos los nutrientes.
Por otro lado, duerma las horas necesarias; es recomendable el descanso para que al llegar la esperada Navidad se encuentre reposada y con mucha energía. Antes de acostarse instaure una rutina relajante, consiéntase con un baño de agua tibia, respire profundo, lea o escuche música suave a sus oídos.
Establezca horarios y rutinas para organizarse, planifique lo que quiera hacer priorizando las necesidades y si no alcanza a cumplirlas todas; ¡no se desespere!, valore la posibilidad de culminarlas al día siguiente.
Haga los preparativos de las fiestas navideñas con antelación. Planee el menú de la cena de Navidad, monte el arbolito y el nacimiento de Belén. Decore su casa con anterioridad pensando que todo saldrá bien e integre a los demás miembros de la familia a esta actividad, asígnele responsabilidades; esta tarea le servirá de relajación y terapia contra el estrés.
Esta fecha navideña se presta para el derroche y muchas veces hacemos gastos innecesarios, controle su dinero comprando de acuerdo al presupuesto que usted tiene disponible. ¿Para qué endeudarse con cosas que no son necesarias? y que además de causarle estrés, va a tener que pagarlas.
Uno de los principales motivos que puede generar estrés es el momento de salir a comprar los regalos navideños, organice la lista de obsequios con tiempo y evitará todas esas molestias al hacer compras apresuradas y nerviosas. ¡No se presione para regalarle a todo el mundo!, establezca prioridad en las personas más cercanas; especialmente a los niños. Lo más importante en esta fecha no es regalar, sino la acción de compartir al lado de los seres más queridos y de impartir cariño.
Conviene recordar que hay muchos días para reunirse con amigos y seres queridos y disfrutar a plenitud de su compañía, solamente tiene que organizarse y disponer de un poco de tiempo; son compromisos necesarios y visitarlos en esta fecha tan especial valdrá la pena. Evite las discusiones familiares y las situaciones que despierten emociones negativas, intente mantener un clima cordial y deje bien lejos los problemas.
La celebración navideña es una bella oportunidad para transmitirle a nuestros seres queridos la importancia de dar y recibir amor; este es el mejor regalo que podemos ofrecer a todas las personas que nos rodean. Aproveche estas fiestas para reunirse activamente con alegría y espiritualidad, celebre y disfrute. ¡Olvídese para siempre del estrés navideño!
ALFA