Innumerables historias nos han hablado de una gobernante egipcia llamada Cleopatra; famosa por su belleza y caracterizada por sus joyas. Su excentricidad y encanto la han dejado como una reina que marcó para siempre la historia de Egipto. Son muchos los historiadores y arqueólogos que han querido encontrar al menos una pieza que haya sido originaria de la última reina de Egipto, pero esto, por mucho tiempo se creyó imposible, sin embargo, debido a extenuantes búsquedas realizadas por arqueólogos, al parecer, este gran sueño se ha hecho realidad.
En un día normal, expertos han decidido revisar una zona en Siberia y lo que encontraron fue algo poco común; un collar que se cree, perteneció a la magnífica Cleopatra. La prenda fue hallada llena de arena en el cuello de un esqueleto con más de dos mil años. Aunque el cuerpo encontrado por estos arqueólogos rusos, no sea de la propia reina del antiguo Egipto, dan seguridad de que este collar era de la época en que esta gobernaba y que pertenecía a ella. Por su parte, el esqueleto encontrado se cree que era una sacerdotisa virgen, mayor de veinte años.
La gran incertidumbre que ha generado encontrar en las excavaciones este hermoso collar, lo hacen una pieza crucial en la historia. Este hallazgo fue hecho hace algunos años, pero debido a su gran importancia, decidieron guardarse el secreto por un tiempo. Yelena Borodovskya, es el nombre de la arqueóloga quien con mucha suerte encontró el collar de Cleopatra; situado en unas montañas llamadas ‘‘Altai’’.
El enigma del collar -a pesar de miles de revisiones hechas por especialistas- no ha dado señales de cual sea su verdadero origen; fue por esto que se mantuvo en secreto algunos años, pero, debido a que no se encontró ninguna prueba; decidieron sacarlo a la luz con la intención de que este llamara la atención de más especialistas en el mundo y se pudiera dar de manera exacta su origen y si perteneció o no a la reina de Egipto.
Las características físicas del collar han dejado a más de uno encantado con sus colores azules, blanco y tierra. Además de las sorpresas que encontraron junto con él, como lo fue un espejo y una bolsa llena de huesos, sobre los cuales se cree que fueron dados como ofrendas. La arqueóloga describe este descubrimiento como ‘‘el hallazgo más hermoso que ha realizado’’, resaltando también que lleva más de treinta años trabajando en la zona, pero que definitivamente el collar es único.
ALFA