Dormir es una actividad de nuestro cuerpo necesaria para recargar energías, descansar, reactivar la memoria; entre muchas otras funciones. Hay quienes consideran el dormir como uno de los placeres de la vida y puede que hasta duerman más horas de lo necesario, hay otros a los que dormir se les hace más cuesta arriba motivo por el cual el descanso no es tan exitoso.
Pero, lo que si es cierto es que existen condiciones que brindan mejores garantías para el descanso y que además cuidan a nuestro cuerpo de dolencias por malas posturas, como por ejemplo los colchones ortopédicos. Hoy hablaremos todo sobre este tipo de colchones con la finalidad de conocerlos y así garantizar que el descansar bien ya no sea una preocupación.
Este tipo de colchones están diseñados con una mentalidad de apoyo para los músculos de la columna y espalda o de cualquier otra articulación del cuerpo, evitando que se produzca tensión en los puntos de presión y articulaciones mientras la persona duerme.
Estos suelen ser muy buscados para aliviar las lesiones en la espalda y el cuerpo, además que previene las lesiones futuras que pudiesen derivarse de la alineación incorrecta de la columna para dormir. Tomemos en cuenta que lo ideal es dormir aproximadamente ocho horas diarias, lo que significa un tercio de nuestro día, si esto se aplica constantemente será en total un tercio de nuestras vidas en un colchón, lo que da mayor peso e importancia a elegir el colchón adecuado.
Al igual que en cualquier otro producto, existen diversas variaciones de colchones ortopédicos, los hay de espuma de memoria, látex, camas de aire, camas de agua; cada uno de los antes mencionados aporta ventajas para mejorar el sueño y evitar lesiones mientras se duerme, adaptándose perfectamente a las exigencias de cada individuo.
Los colchones de memoria y espuma de látex, suelen ser ampliamente conocidos por su capacidad de moldearse alrededor del cuerpo y luego regresar a su forma original, además en el caso de dormir acompañado, estos colchones neutralizan la transferencia de energía del movimiento de la pareja, reduciendo así la sensación de hundimiento que suele darse cuando el acompañante en un mismo colchón se mueve.
Por otro lado, los colchones a base aire y agua comparten la característica común de que se hunden en los puntos de peso y luego suavizan cuando se retira el peso, en el caso de los colchones de agua en muchas ocasiones están llenos de gel y así se elimina la ondulación de las camas que se produce en los colchones de agua. Adicional a los aportes que brindan a nuestro sueño, otra ventaja de este tipo de colchón es que tienen una esperanza de vida mayor a los otros, lo que impacta positivamente en nuestro bolsillo traduciéndose en un gasto menor. Esto se debe a la alta calidad en el diseño y construcción de los mismos.
Esta inversión se verá recompensada en un mayor y mejor descanso para quien lo adquiera, ya el dormir no será un problema, sino todo lo contrario, se descansará de una forma tan buena que nuestra nueva dificultad estará en poder salir de la cama. Al estar más descansados, rendiremos mejor en nuestras actividades diarias y nuestro cuerpo se resentirá menos.
ALFA