Claves para ser feliz: Mucho se habla de la felicidad, pero no solemos profundizar sobre el hecho que esta se trata de un estado de ánimo temporal. Sí, la felicidad no es algo que dure para siempre ni tampoco es un objetivo final en nuestra vida. Esta emoción está presente más en el día a día, tanto en actividades sencillas como algunas otras que nos toman mayor esfuerzo.

Lo que sí podemos asegurar es que podemos trabajar en ciertos aspectos de nuestra vida para sentir con mayor frecuencia esta placentera emoción. Hoy, en el Día Mundial de la Felicidad, conversamos con la psicóloga Virginia Valverde quien nos bridna diez claves para gozar de momentos más felices.

1. Rodéate de un entorno seguro

Es importante que puedas sentirte apreciada e importante en tu círculo social cercano. Ya sean amigos, familia, es clave que puedas sentirte en la libertad de ser tu misma, de confiar en los demás y que en ellos encuentras un espacio seguro al que puedes recurrir para expresar tus sentimientos. Rodearte de personas con las que no tengas temor a ser juzgada, que te sumen como persona y que te aprecien es fundamental para sentirte feliz.

2. Practica la gratitud

Mantenerte presente en lo que estás experimentando, en el aquí y ahora, es fundamental. Hacerte preguntas como: ¿de qué estoy agradecida? ¿qué es lo que me hace sentir agradecida? te ayudará a tomarte un respiro. También dar las gracias por lo que tienes en este momento y por quien eres en el presente -a pesar de todo lo que has pasado- te acerca un paso más a la felicidad. Es por esto que conectar con el ahora es vital para hallar la felicidad.

3. Dale prioridad al movimiento del cuerpo

La forma en la que haces una conexión de mente-cuerpo al realizar movimientos (en la medida de lo posible) que te agradan, te puede hacer sentir más feliz. Explorar la relación entre lo que piensas y como te mueves haciendo un determinado ejercicio será muy positivo para tu bienestar.

4. Perdona

Es importante saber que tenemos la total libertad de elegir perdonar a alguien y decidir cuando deseamos hacerlo. Reconocer el perdón como algo que puede ser difícil es clave para darle la importancia que merece. Perdonar cuando te sientas lista y cuando te nazca hacerlo siempre será lo más saludable. Sincerarnos con nosotros mismos y vivir ese proceso a nuestra manera es algo que nos puede aportar felicidad a nuestra vida.

5. Conecta con el arte

El arte en todas sus expresiones (música, baile, pintura, etc) nos permite encontrar la belleza en diferentes formas. De hecho, la conexión con el arte cuando eres una persona con sensibilidad te hace sentir más plena. Encontrar esa actividad artística que te apasione de todas maneras te dará libertad, ayudándote a conectar contigo misma.

Las flores florecen maravillosamente, luego se desvanecen rápidamente. La vida es como la niebla de la mañana: está aquí un poco, luego se ha ido. Al igual que una flor, la vida terminará un día …

¿Qué sigue?

Nuestra muerte en el futuro es una certeza: entonces, ¿qué pasará? A diferencia de las flores, nuestras almas vivirán. Supongamos que hay un Dios, Creador de ambas flores y tú mismo … ¿Eres como tantos otros que lo ignoran? ¿Y si te mueres, a dónde irías sin Él? ¿Qué te pasaría?

El milagro de la vida en la tierra.

Incluso la florecita más pequeña está compuesta de una manera sorprendente. La mera existencia de humanos, animales y plantas, viviendo en la complejidad y estructura del planeta tierra y todo el universo, prueba que debe haber un Creador: Dios. ¿No sería él un ser perfecto? En efecto: Él es perfecto, santo y todopoderoso. Dios está definitivamente allí, incluso teniendo Tu ojo en ti todos los días.

Resultado de nuestras vidas.

Dios quiere un contacto restaurado contigo, sí: ¡Él te ama con un amor profundo! Pero hay un problema: Él es Santo, y todas las cosas malas (pecados) que hiciste durante tu vida, te separan de Él. No solo ahora durante esta vida, sino que tus pecados también se traducen en perder el cielo después de esta vida. Porque no es posible que los humanos vivan con un Dios Santo en el cielo mientras están manchados y manchados por los pecados.

Sacrificio del amor

Dios escogió resolver el problema de tus pecados. Hace aproximadamente 2000 años envió a tu Hijo, el Señor Jesucristo a la tierra. Jesucristo, el único Hijo de Dios, tuvo la culpa de tus pecados: sacrificó tu vida por ti al morir en una cruz. Esto era necesario: los pecados solo podían eliminarse con el derramamiento de sangre de un hombre justo. Después de la cruz, el Señor Jesús se levantó de tu tumba y ahora está vivo en el cielo a la diestra de Dios. Solo Jesucristo puede quitar tus pecados. No hay vida religiosa, buenas obras ni nada que pueda hacer eso: Jesucristo es el único Camino a Dios.

La oferta y condición de Dios.

Esta es la verdad en definitiva. Desde la cruz, Dios ofrece tu amor, la salvación de los pecados y la vida eterna a todos. Pero hay una condición: la fe. ¿Qué creer?

Creer que Jesucristo es el Hijo de Dios;

Cree que Jesucristo es el Salvador de tus pecados;

Cree que Jesucristo es el Señor vivo de tu vida, acéptalo como Señor y, a partir de ahora, permítele que te convierta en la persona que Él quiere que seas.

Solo al creer y expresar esto, puedes recibir el perdón y la salvación de tus pecados, y tienes garantizada la vida eterna en el cielo después de tu muerte.

Una elección contra Jesucristo resulta en la muerte eterna.

Si decide no creer nada o elegir contra Jesucristo, también elige contra Dios mismo. Si crees que no necesitas que Jesús limpie tus pecados, simplemente te mancharás de tus propios pecados y serás juzgado por ellos después de esta vida. El resultado sería un terrible futuro eterno sin Dios y sin entrada al cielo. ¡Realiza esto muy bien!

Elige a tiempo

La elección depende de ti: ¿cree en Jesucristo como tu Salvador y Señor o no? No hay otra manera de llegar al cielo. Ahora, durante tu vida en la tierra, es el momento de tomar una decisión. Las personas pueden morir inesperadamente o enloquecerse, sin tener el tiempo ni la oportunidad de tomar una decisión sólida para creer en Jesucristo y pedir tu perdón. No pospongas tu elección: hoy es tu día.