El sofá es la pieza protagónica del salón y uno de los muebles más usados de la casa. Por ello, es fundamental elegir muy bien el diseño, la estructura y la tapicería, para que, además de ser elegante, sea resistente y cómodo.
Tenga en cuenta que el sofá es la pieza más voluminosa de cualquier espacio; antes de decidirse, valore sobre todo su calidad y comodidad; piense que su inversión valdrá la pena, ya que un buen sofá puede durar más de 15 años.
Aunque la estética es lo primero que nos llama la atención de un sofá, hay que ver otras cuestiones importantes; así, por ejemplo, la calidad del relleno: con goma espuma es el más económico y usual, además, para garantizar su durabilidad, debe tener una densidad de 30 kg en el asiento y 20 en el respaldo. Este tiene la ventaja que el asiento recupera su forma al levantarse, sin embargo, es un poco rígido y da calor en verano.
Por otra parte, también están los de relleno de plumas, que son de gran calidad, ya que esta composición asegura una adaptación perfecta al cuerpo. Aunque su precio es elevado, con el tiempo pueden deformarse; no obstante, para mantenerlo es conveniente esponjarlo regularmente.
Los de látex y poliéster son cómodos, duraderos y resistentes; es el relleno perfecto para sofás de líneas rectas o almohadones rígidos.
Para decidir sus medidas, reste 90 cm a la pared donde va a ubicarlo. Así no quedará encajado y tendrá espacio para la mesita, lámparas de pie o cualquier accesorio. Asimismo, los sofás de respaldo alto son muy confortables, ya que recogen toda la espalda; al ser más voluminosos, lo mejor es apoyarlos en la pared; en cambio, si su salón es pequeño, lo mejor es un sofá de respaldo bajo, estos diseños son adecuados para separar ambientes o para ubicar frente a una ventana.
En relación a los tipos de pata, estas deben estar unidas a la estructura o atornillados. Las patas con ruedas son muy prácticas si necesita mover el sofá; igualmente, la armadura del mueble en madera es el material más habitual y suelen ser de pino; en cambio, los de acero o de hierro son duraderos e indeformables. Estos resisten más los traslados y son ideales si hay niños en casa, ya que casi nunca llegan a romperse.
Si el sofá es la primera pieza que va a elegir, la mejor opción son los colores neutros, como crudos o tierras. Son tonos fáciles de combinar y no restan luminosidad al espacio. Otro aspecto a valorar son los tapizados. En cuero tienen una extensa variedad de colores que encajan con cualquier estilo, de rústico a vanguardista. Si prefiere los tapizados en tela, elíjalos en fibras sintéticas, con tratamientos antimanchas y antiarrugas.
Son muchos modelos y opciones al momento de comprar un sofá; no obstante, lo más importante es elegir la calidad del mueble que adornará el hogar y servirá para nuestro confort.
Excelentes datos, hay un sinfín de posibilidades y uno se va por el diseño sin saber cuánto le puede durar o que material es mejor. Gracias