La experiencia de viajar es distinta para cada persona, solo quien viaja decide cómo hacerlo basado en la medida de sus posibilidades. Para complacer todos los gustos y exigencias de cada pasajero existen diferentes aerolíneas y aviones que se adaptan a sus necesidades.

Si a usted le gusta viajar debe conocer la siguiente información. Desde el momento de la compra de un boleto aéreo usted decide la forma en que quiere viajar, ya sea en la Clase Turista o Primera Clase. La primera diferencia la nota en el costo del pasaje, pero la comodidad puede cambiar su percepción.

Para viajes largos de más de cinco horas es recomendable viajar en Primera Clase, la experiencia es más confortable y soportable. Las horas pasarán de ser agotadoras e incomodas para disfrutar de una atención clase A. Pero para viajar a cortas distancias, la línea económica no afecta en gran escala, puede ser la mejor opción.

Al llegar al aeropuerto, el trato para con el pasajero de Primera Clase es totalmente diferente, la fila para el “check in” es preferencial a diferencia de las largas colas de los pasajeros de la Clase Turista. En Primera Clase sus maletas no tienen límite de peso o es mucho más alto, mientras que para la Clase Turista el límite es bajo y debe cancelar una cuota por cada kilogramo extra.

Luego al pasar por la zona de seguridad, usted como pasajero de Primera Clase, puede realizar su proceso rápidamente y luego el resto de la Clase Turista, por lo que no tendrá que esperar en largas filas. La exclusividad continúa, pues los asientos designados para toda la Clase Turista suelen ser incomodos y hacen el viaje aún más agotador; pero, si usted es pasajero de Primera Clase, tendrá a su disponibilidad una sala de espera y los servicios dependen de la aerolínea desde wifi, bebidas, sillones cómodos y atención personalizada.

A la hora de abordar como pasajero de Primera Clase, usted seguirá siendo la primera opción, dejando de última al resto de la Clase Turista. En el momento del viaje puede gozar de un menú de alimentos mucho más amplio y su atención dependerá solo de usted, pues la aeromoza está a su completa disposición. Los asientos son más grandes y algunos pueden reclinarse como una cama, al mismo tiempo que disfruta de un televisor individual.

En desventaja para la Clase Turista, el menú puede ser de dos opciones, dependiendo de la aerolínea y las horas de vuelo. La atención se ve retrasada y forzada por la cantidad de pasajeros, además, los asientos son mucho más pequeños e incomodos y debe compartir un televisor con varios de sus acompañantes.

Después de disfrutar una experiencia en Primera Clase, le será muy difícil abandonar el trato preferencial. Sin embargo, si no está al alcance de sus posibilidades, lo más importante a la hora de viajar es su bienestar, por lo que si viajar en Clase Turista no es un problema para usted, entonces, relájese mientras llega a su destino.

ALFA