La Ruta Maya consiste en el circuito de sitios arqueológicos de esta milenaria civilización centroamericana. En El Salvador existen todavía ocho ciudades que hoy día evidencian el poder de la desaparecida cultura al lograr traspasar los siglos hasta la modernidad.
La primera parada de la Ruta Maya en El Salvador es Quelepa. Las ruinas mayas se encuentran rodeadas por un majestuoso río llamado San Esteban. En su tiempo, Quelepa fue habitado por el pueblo lenca, los cuales construyeron 40 estructuras. Durante la conquista, la selva le protegió de los expedicionarios. El Altar del Jaguar es una joya monumental hecha en piedra que en sus cuatro costados se aprecian diferentes cabezas de felinos talladas en bajorrelieve.
Cihuatán es la segunda ciudad maya hallada en El Salvador. Ubicada a 36 kilómetros de San Salvador, y a 4 kilómetros de Aguilares. Cihuatán significa El Lugar de Las Mujeres. Pese al arduo trabajo exploratorio, aún Cihuatán no ha sido descubierta en su totalidad, pues restos de cerámicas encontradas señalan dos centros ceremoniales aún permanecen bajo el cobijo de la selva salvadoreña.
En tercer lugar se encuentra la Joya de Cerén, que fue accidentalmente descubierta en el año 1976. De toda Mesoamérica es una joya arqueológica, siendo designada Patrimonio de la Humanidad desde el año 1993. Pese a que un volcán arrasó con la ciudad en el año 600 d.C., queda aún evidenciado en ella la manera en que los mayas se desempeñaron en su día a día.
Conocido por los mayas como ‘El lugar donde se consumen las almas’, Tazumal es una zona arqueológica de 10 kilómetros cuadrados. Tazumal resume un compendio de estructuras sofisticadas hechas en piedra y barro que fueron centro de la cultura maya hasta el año 1200 a.C. De hecho, Tazumal en sí constituye otro sistema de edificaciones arqueológicas junto a la Laguna Cuzcachapa, y Victoria.
Centro político-ceremonial-comercial, San Andrés es una ciudad maya en la cual se han hallados fuertes contactos con la civilización Copán y Peten Guatemalteco. Además, en San Andrés fueron halladas muestras de tres salas de exposición permanente, es decir, un museo maya. En el mismo se observan esculturas que demuestran el para entonces contexto geográfico pre y postcolonial.
Santa Leticia está ubicada a más de 1400 metros sobre el nivel del mar. En ella, fueron hallados los monumentos llamados ‘gorditos’ que son esculturas talladas en roca de gran volumen, con un peso entre 7.000 y 16.000 kilos. Ubicada dentro de Tazumal, Casa Blanca fue encontrada bajo cuatro metros de ceniza volcánica, y en ella se edificaron centros religiosos que datan de hace 1500 a.C, además de la importante muestra artesanal hechas con piedra y obsidiana.
La octava sede maya es Cara Sucia. Ubicada al sudoeste y cercana a la frontera con Guatemala, en ella fue descubierta una acrópolis como base de otras edificaciones, y de pequeñas plazas pequeñas, revestida en piedra. Su nombre se debe al río adyacente, y se estima que fue abonada hace 1100 años.
ALFA