Cuando hay salud mental, hay equilibrio en nuestras vidas; amor propio y un autoreconocimiento para confrontar adecuadamente las situaciones y conflictos diarios para vivir en santa paz, pero, ¿cómo lograrla? Sencillo, siga estas claves y la conseguirá.
¡Suficiente, ya no más!; dígale adiós a tanto estrés y amargura; para eso debe asegurarse de cuidar los pensamiento y conducta, alcanzando así una estabilidad emocional para superar cualquier percance. Las caídas dolorosas vienen desde que nacemos, lo elemental es aprender de ellas y poner las medidas necesarias en un próximo intento.
¡Tome Nota! Estas claves son conocidas científicamente como “las cinco A de la salud”, pues usted es responsable de mantener el balance armonioso en su vida aplicando cada una de ellas: ¡Acéptese tal cual es! Es una de las tareas más difícil para el ser humano, debido a que siempre existe la queja o el descontento por cualquier escenario; no busque ser como los demás o aparentar ser alguien que no es, solo por llamar la atención o darle gusto a su entorno. Reconozca sus defectos así como lo hace con sus virtudes y verá los resultados.
¡Asuma responsabilidades! En lo posible hay que asumir con la frente en alto cada uno de los errores cometidos, cada quien es responsable de sus acciones; por lo tanto debe ser consciente de las consecuencias que ocasionan sus actos. Con esta terapia se acercará un poco más a la libertad y pensamiento, logrando una buena salud mental.
¡Actividad deportiva en acción! No únicamente para verse bien hay que hacer ejercicios o practicar deportes, la ejecución de ellos acelera el metabolismo y colabora en la segregación de una de las hormonas más apreciadas por el ser humano, la endorfina. Si todavía no lo hace, es momento de ejercitarse, los beneficios son infinitos; ayuda a liberar estrés y a sentirse como pez en el agua.
¡Amistad sobre todas las cosas! Lo más hermoso de la vida es poder contar con personas que le den su apoyo, sentir que hay alguien que aunque no comparta sus gustos los respete; tener un amigo (a) es incondicional para el desarrollo pleno de la vida. Puede ser un familiar, compañero de trabajo, conocido o hasta su propio hijo; lo importante es tener ese cómplice que la escuche, la aconseje, la regañe o sea participe de sus eventos. Sencillamente la amistad es imprescindible para gozar de una excelente salud mental.
¡Ayuda humanitaria! Aportar un granito de arena siempre es satisfactorio, colaborar con los más necesitados es un acto que no todos realizan; pero si usted quiere equilibrio en su mente, es indispensable que aplique el famoso dicho “se tienen dos manos, una para ayudarse a sí mismo y otra para ayudar a los demás”. Así que no juzgue al que se cayó, más bien anímelo a levantarse.
Atrévase a caminar aunque sea descalzo; a sonreír así no tenga motivos y a ayudar a otros sin recibir aplausos. Ponga en práctica estas claves y notará un gran cambio.
ALFA