El cansancio en el embarazo es muy normal e inevitable. Esta fatiga suele aparecer durante el primer trimestre y posteriormente cuando está por finalizar la gestación, sin embargo, en algunos casos puede presentarse durante todo el periodo con la misma intensidad o por el contrario pueden presentarse brevemente, es algo que varía en cada embarazo.
Debe considerar que su cuerpo realiza un enorme esfuerzo para albergar una vida en su interior y por tal razón necesita descansar. Muchas mujeres padecen trastornos del sueño durante el embarazo, lo que ocasiona que se sientan cansadas durante el día.
De acuerdo a la Dra. Bernadette de Gasquet, el volumen sanguíneo se incrementa de manera drástica desde la concepción, por lo cual la mujer siente un mayor agotamiento debido a que su corazón late mucho más rápido que de costumbre.
Por otra parte, la carencia de hierro, habitual del embarazo, consecuencia de los altos requerimientos para la gestación produce cansancio. Adicionalmente algunos cambios hormonales como el aumento de la progesterona, produce somnolencia, debido a su efecto tranquilizante, aumentando la sensación de cansancio.
Adicionalmente, los malestares que experimenta por el estado de gestación como las náuseas, los vómitos y la ansiedad que implica la espera del momento del nacimiento tienden a quitarle fuerzas y energías.
Para combatir el cansancio en el embarazo es de vital importancia que descanse cuando su cuerpo se lo pida. Realice siestas cortas que le serán de gran ayuda. Si se levanta muy temprano, haga pequeños descansos y trate de acostarse más temprano en la noche.
Aliméntese de manera sana, variada y equilibrada, olvide el mito de “comer por dos”. Ciertamente su organismo requiere un poco más de energía, pero con 300 calorías extras al día es suficiente. Incluya en su dieta frutas, verduras, granos, leche descremada y comidas sin grasa. Es recomendable comer menos cantidad pero con más frecuencia, lo que le ayudará a prevenir la ansiedad, las náuseas y la pesadez, que son factores que afectan su sueño.
Hidrátese adecuadamente, ya que la deshidratación es causal de su fatiga. Los especialistas recomiendan ingerir al menos dos litros de líquido al día. Puede incluir infusiones, zumos, lácteos o alimentos ricos en agua. Prefiera ingerir los líquidos antes de que le de sed y tome pequeñas cantidades durante el día.
Realice ejercicios moderados como una caminata o pequeños paseos en los que puede practicar ejercicios de respiración. Estos ejercicios no implican esfuerzos y deben ser supervisados por su ginecólogo. Además le ayudarán a recuperar su energía.
Evite las situaciones estresantes que pueden aumentar la fatiga durante el embarazo. Relájese y aprenda a respirar. Un ejercicio sencillo que favorecerá la relajación de la columna puede realizarlo recostándose en el suelo, cerrando los ojos y concentrándose en la respiración, inhalando por la nariz y exhalando por la boca.
Aprenda a delegar las tareas de la casa. Si tiene hijos, pídale a alguien de confianza que le ayude al menos una vez a la semana de manera que pueda relajarse y descansar adecuadamente.
ALFA