Además de funcionar como ingrediente básico en las bebidas estimulantes, la cafeína y sus propiedades para cuidar la piel también son ampliamente conocidas en el mundo de la cosmética, siendo uno de los compuestos principales para las cremas reparadoras del rostro y el cuerpo.

La cafeína para cuidar la piel ofrece beneficios específicos como tratamiento anti edad, debido a su concentración de antioxidantes, útiles en el proceso de contraer vasos sanguíneos y disminuir la inflamación en zonas específicas como las ojeras y bolsas debajo de los ojos. Asimismo, estas cualidades inflamatorias son útiles en los tratamientos para eliminar las celulitis; en este proceso las bondades deshidratantes de la cafeína se usan para drenar el exceso de fluidos en el tejido graso y mejorar la apariencia de la piel.

Uno de los usos más destacados de la cafeína en la actualidad se centra en su acción contra la vasoconstricción o disminución del enrojecimiento en la piel, como el que ocurre en personas con rosácea; por ello, desde unos años es uno de los ingredientes claves en las cremas que se usan para este tratamiento.

A pesar de todos los beneficios que prometen las cremas con cafeínas para mejorar la salud de la piel, la acción de estas no es definitiva. Según explica la doctora y profesora de dermatología en la Universidad de Florida, Leslie Baumann, “las cremas que contienen cafeína pueden proveer algún beneficio pero no cambian la genética.”  En este sentido el efecto solo se aprecia durante el tiempo durante el cual se utilizan los tratamientos con cafeína.

Comúnmente, se suele relacionar cafeína con café y esta asociación no es en vano. Pues la cafeína es un alcaloide sólido que fue descubierto en 1819 y que se encuentra naturalmente en las plantas de café y té, aunque también es posible producirla de forma artificial.

Así, además de aprovechar los beneficios de la cafeína para la piel en cremas y fórmulas comerciales, sus propiedades también se pueden extraer directamente utilizando el café sobre la piel, para otras funciones como la exfoliación; los granos de café aplicados directamente sobre la piel húmeda ayudan eliminar las células muertas, regenerándola totalmente.

Igualmente, la aplicación directa del café funciona para reafirmar la piel. Lo mejor en este caso, es mezclar algunos granos de café con una crema hidratante o, para hacer un tratamiento totalmente casero, se puede sustituir la crema con un poco de yogurt.

Otros usos de la cafeína en forma natural—usando directamente el café molido—sirven para limpiar la piel y estimular la circulación; por lo tanto ayudan en el tratamiento para disminuir las varices y durezas en los callos y plata de los pies.

ALFA