Bogotá es la capital de Colombia, es además, una bella ciudad llena de placeres y una magia única. Es conocida y amada tanto por los colombianos como por todo aquel que la visita,  bien sea por su exquisita gastronomía, su moderna y clásica arquitectura y los lugares de interés cultural y de diversión.

Es una ciudad extensa de gran altitud que ha sido llamada «La Atenas Sudamericana», apodo que se fortaleció a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, por iniciativa del escritor español Marcelino Menéndez Pelayo, debido a la gran admiración que tenía por los filósofos colombianos.

Dispone de una amplia oferta cultural que se ha incrementado considerablemente en las últimas décadas, además de ser la sede de importantes festivales de amplia trayectoria y reconocimiento nacional e internacional.

Cabe destacar, que en ella residen personas provenientes de todo el país, quienes han contribuido a mantener las antiguas tradiciones culturales típicas que la caracterizan. En el año 2007, le fue otorgado por la Unesco, el título de Capital mundial del libro. Además fue declarada la capital iberoamericana de la cultura ese mismo año. En mayo de 2012 la Unesco la designó como “Ciudad Creativa de la Música”, como parte de la Red de Ciudades Creativas de la organización.

Uno de los lugares más famosos es La Candelaria, (centro adoquinado de la ciudad), es el corazón histórico y cultural de Bogotá. Aunque la arquitectura colonial no se ha podido mantener intacta, se dice que el sector es uno de los mejor preservados en Latinoamérica. Los visitantes pueden ver allí las casas coloniales con sus ventanas enrejadas, portones tallados y techos de tejas rojas.

Allí se encuentran, además numerosos monumentos de la época colonial como el Teatro Colón, de estilo neoclásico, y la iglesia de San Francisco, que data del siglo XVII. En ella, también, albergan museos populares, como el Museo Botero, que organiza exposiciones de las obras de Fernando Botero, y el Museo del Oro, que exhibe piezas de oro precolombinas.

Uno de los hitos que la acompañan, por ‘La Vanguardia’, más allá del cerro de Monserrate o el Museo del Oro, es el Festival Iberoamericano de Teatro, cuyo éxito trasciende los propios límites de las artes escénicas.

Viajar a Bogotá es una aventura en sí misma. Sus habitantes hacen sentir al turista, más que bienvenidos, ya que los hacen sentir, como si estuviesen en su propia casa. Para ellos, ofrece muchas opciones para salir de fiesta o “rumbear”. Aunque existen bares y discotecas en toda la ciudad, la Zona Rosa es el sector más grande para disfrutar la vida nocturna. Está lleno de bares y restaurantes, que la harán alucinar.

Entre su variada gastronomía, atrévase a probar su comida típica como la famosa y deliciosa bandeja paisa, el ajiaco, el jugo de lulo, los tamales, las arepas y sus deliciosas empanadas, todos estos manjares, con sus características e ingredientes, particulares de la zona.

Definitivamente, Bogotá es un destino que no puedes dejar de conocer, bien sea sola o acompañada.

ALFA