Las exigencias de la vida actual conducen a las mujeres a estar activas, el estudio, el trabajo, la familia y el hogar representan para ellas retos que las hacen indetenibles; a través de una práctica deportiva como disciplina, distracción o pasatiempo se pueden observar los beneficios del deporte para la mujer para así equilibrar sus cargas, liberar su mente de a nivel emocional, generar mayor confianza en sí misma, aportar dosis extras de energía y lo más importante las bondades que para nuestra salud representa.
El ciclo menstrual es una condición que nos acompañará toda la vida luego de nuestro desarrollo, esos días para muchas mujeres representa un trastorno que limita ciertas actividades, pero existen estudios que demuestran que los dolores que nos aquejan durante el período, disminuyen notablemente con la práctica de algún ejercicio de forma habitual, además de mitigar la fatiga y mejorar nuestro humor.
A través del ejercicio físico las mujeres reducen las situaciones de estrés, nuestro cuerpo al ser sometido a algún tipo de entrenamiento genera endorfinas conocidas como las hormonas de la felicidad porque se asocian con estados de ánimo positivos. Las mujeres que realizan ejercicios regularmente reducirán de peso y mejorarán su aspecto físico notablemente, lo que sin duda aumentará su autoestima.
Los deportes benefician a numerosas mujeres que padecen frecuentemente de dolores de cabeza, jaquecas y molestias en las piernas, estas dolencias pueden obedecer a mala circulación de la sangre y falta de oxígeno; en una investigación realizada por la Universidad de Gotemburgo en Suecia se determinó que la práctica de ejercicio físico puede ser tan efectiva como el uso de medicamentos para prevenir la migraña.
El Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM) realizó un pronunciamiento, afirmando que “los beneficios que se asocian con la actividad física regular y el ejercicio, propician un estilo de vida más saludable e independiente, lo cual mejora de forma significativa la capacidad funcional y la calidad de vida de la población adulta mayor”; además recomiendan realizar 30 minutos de ejercicio cardiovascular de intensidad moderada 5 días por semana, que pueden ser caminar, trotar, nadar o bailar, también se sugiere acompañar con ejercicios de fuerza muscular dos días a la semana.
En España se realizó un estudio para determinar los efectos de la gerontogimnasia durante cinco meses, mostrando mejoras en la frecuencia cardíaca y la tensión arterial media, así como aportando beneficios psicológicos, sociológicos y afectivos.
Las biólogas Carmen Sánches Mora y María Emilia Beyer comentan “para tener acceso a todos los beneficios que promueve el ejercicio se recomiendan rutinas de ejercicio aeróbico como caminar, correr, nadar y el ciclismo, deportes que elevan sustancialmente la frecuencia cardíaca. Sin embargo, es importante detectar que nuestra necesidad de ejercitarnos no rebase ciertos límites. Si a todos los beneficios causados por el ejercicio constante y vigoroso añadimos la posible liberación de endorfinas, nuestra “droga interna de felicidad”, ¡qué mejor que habituarnos cuanto antes a esta actividad sana y placentera”.
ALFA