Autoridades de Rusia a través de un comunicado confirmaron que la caída del avión ruso en la península del Sinaí en Egipto, el pasado 31 de octubre, fue producto de una bomba hecha con 1 kilo de explosivos (TNT), lo que ocasionó que se desintegrara en el aire, información confirmada por el director del Servicio Federal de Seguridad (FSB), Aleksandr Bortnikov.

En la reunión en el Kremlin con el presidente Vladimir Putin y miembros del FSB, se dieron a conocer mayores detalles sobre el lamentable siniestro del vuelo 9268 de Metrojet, que ocasionó la muerte de 224 personas, después de despegar del balneario egipcio de Sharm el-Sheikh. Bortnikov. Esta acción fue calificada como un “atentado” que enlutó a esa nación.

El atentado había sido atribuido al grupo yihadista del Estado Islámico, señalado así, por Estados Unidos y el Reino Unido, sin embargo, hasta antes de conocerse la causa del fatídico accidente, Rusia había puesto en duda la tesis de una acción terrorista.

Tras conocerse el resultado de la investigación el pasado martes, el presidente Vladimir Putin prometió encontrar a los responsables del siniestro, afirmando que: “No vamos a secar nuestras lágrimas. Esto nos marcará para siempre. Pero esto no nos impedirá encontrar y castigar a los criminales, tenemos que hacerlo rápido, identificarlos (…) Vamos a encontrarlos en cualquier lugar del planeta y les castigaremos”.

Los miembros de la dependencia rusa durante el encuentro destacaron que era necesario arrestar a quiénes colocaron la bomba en el avión, por lo que ofrecen una recompensa de 50 millones de dólares a quién aporte información que de con el paradero de los responsables.

Como producto de éste atentado, Rusia, evacuó a 80.000 turistas que estaban en el país y decidió suspender todos los vuelos que tengan como destino Egipto, además prohibió a la compañía Egypt Air volar a Rusia.

Airbus A321 de la compañía rusa Metrojet, se dirigía a San Petersburgo, cuando explotó en el aire, convirtiéndose en la peor catástrofe aérea en la historia del país.

El motivo del siniestro se conoció cuatro días después de la ola de atentados en Paris, que dejó a 129 muertos y más de 350 heridos. Como respuesta a éstos atentados, el ejército francés respondió con bombardeos contra el principal feudo del Estado Islámico en Siria, Raqqa. Tras los ataques el presidente Putin, había pedido “unir esfuerzos en la lucha contra el mal, contra el terrorismo”, en Antalya (Turquía), durante su participación en la cumbre del G20, haciendo hincapié en prevenir la venta ilegal de armas a grupos terroristas.

El primer mandatario Ruso, ordenó intensificar los bombardeos aéreos en Siria. «Los criminales tienen que entender que las represalias son inevitables. Pido al Ministerio de Defensa y al Estado Mayor que elaboren los planes para ello». Ante esta nueva información, se espera que se unifiquen esfuerzos en la lucha contra los grupos terroristas y se identifiquen los responsables de lo que es considerado el peor atentado contra Rusia en los últimos diez años.

ALFA