A menudo nos preguntamos: ¿habrá algún manual para alcanzar la felicidad?; añoramos ser felices de manera asertiva y buscamos por distintos medios conseguirla. Sin embargo, aunque no es posible, sí existen herramientas que podrían ser de ayuda para quienes se proponen cultivar el camino hacia su felicidad personal. En estas breves líneas, le proponemos algunas consideraciones para tomar en cuenta; no obstante, cada quien intenta ser feliz dependiendo de su forma de sentir y pensar.
Para disfrutar algo plenamente, es vital que su atención no esté dividida o dispersa, sino concentrada en una sola cosa. Deléitese con lo que hace; si escucha música, haga solo eso; si está comiendo, céntrese en los ricos sabores que percibe su paladar; si se da un baño, déjese acariciar por el agua cálida. Experimente lo que desee y concéntrese en ese estímulo, intentando que su mente la lleve a otros lugares y momentos.
Aprenda a vivir con todos los sentidos. Sonría, reír favorece las relaciones sociales, produce felicidad, facilita hacer nuevos amigos y ayuda a enfrentar con eficacia situaciones de tensión. La risa es un privilegio que debemos aprovechar al máximo; además, ¡es gratis! Asimismo, perciba la temperatura del aire que roza su piel, el tacto de la ropa, las formas muy simples de las cosas que toca, la consistencia del suelo que pisa y la textura de cada uno de los alimentos que prueba.
Igualmente, usted puede conseguir alcanzar la felicidad a través de pequeños encantos totalmente accesibles, como la naturaleza que le rodea, por ejemplo: paseando al aire libre, disfrutando del bosque, la playa, la montaña o el campo. Simplemente con escuchar el trinar de los pájaros, con observar el renacer y verdor de las plantas, las caricias de los rayos del sol, el rico aroma de las flores y el penetrante olor a tierra mojada cuando cae la lluvia.
Por otro lado, la conexión afectiva es un vínculo muy importante en nuestras vidas, determinante para ser felices. Comparta al lado de sus amigos y de sus seres queridos; abrácelos, ofrézcale una caricia; hágale saber lo importante que son en su vida; de esta manera se refuerzan los lazos de amor y bienestar.
Otro punto significativo a tener en cuenta son los retos que nos proponemos alcanzar y todas las perspectivas que se obtienen de ellos; estos también pueden hacer que logremos la felicidad. De esta manera, se trata de tomar herramientas que nos proporcionen las situaciones complejas y difíciles en nuestras vidas para poder transformarlas de manera positiva; además, salir fortalecidos y victoriosos de ellas.
La clave para alcanzar la felicidad no radica tanto en vivir situaciones extremas y fuera de lo común; al contrario, más bien, en saber apreciar las pequeñas delicias cotidianas que muchas veces solemos pasar inadvertidas. ¡Manténgase atenta a las cosas sencillas que le rodean y disfrute íntegramente de cada momento; así podrá descubrir infinidades de razones para sentirse inmensamente feliz!
ALFA