La duda y la fe son dos viejas compañeras de vida, que virtualmente se han declarado la guerra. Son respetuosas entre sí, porque donde esta una, no existe la otra. El ser humano elige a cuál de las dos acudir en los momentos de crisis; mientras la duda dice detente, la fe dice confía y avanza.
Ante los terribles atentados en Francia, la primera reacción del arzobispo Justin Welby de Canterbury en Inglaterra, fue un estado de shock y de terror, posteriormente, un estado de depresión y tristeza profunda; admitió que los recientes atentados terroristas cometidos en París por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) le hicieron «dudar» de Dios. El sábado por la mañana afirma que estuvo dando un paseo, rezaba y se preguntaba: «Dios, ¿por qué está pasando esto? ¿Dónde estás tú entre todo esto?».
Welby, máxima autoridad de la Iglesia Anglicana de Inglaterra, reconoció que los ataques simultáneos cometidos el 13 de noviembre en varios puntos de la capital francesa, que se saldaron con 130 muertos, le dejaron preguntándose dónde estaba Dios en un momento de necesidad de las víctimas francesas.
El primado de la Iglesia Anglicana reaccionó con profunda tristeza a los ataques, principalmente porque, junto con su esposa, vivió en París durante cinco años, según contó el citado dominical. No obstante, comentando la intensidad de los ataques aéreos franceses sobre las posiciones del Estado Islámico después de los atentados en París, Welby sostuvo que la reacción inmediata del gobierno de Francia podía ser potencialmente peligrosa, advirtió contra los peligros que pueden tener las reacciones a los acontecimientos con la campaña para bombardear objetivos del Estado Islámico (EI) en Siria.
Si se empieza a matar aleatoriamente a aquellos que no han hecho nada malo, eso no va a proporcionar soluciones. Así que los gobiernos deben ser los instrumentos de la justicia. El religioso dijo que la forma en la que los terroristas han distorsionado su fe hasta el punto en que creen que glorifican a su dios, es uno de los aspectos más desesperados de nuestro mundo actual.
Entre los representantes religiosos que reaccionaron ante los trágicos acontecimientos en París se encuentran el papa Francisco y el Dalái Lama, quien declaró que las oraciones no ayudarían en la lucha contra el terrorismo, asimismo, comentando los recientes ataques terroristas en Francia, ha expresado que la clave para la solución de estos conflictos reside en la búsqueda de la paz y la armonía, y ha subrayado que la humanidad no debe esperar la ayuda de Dios para resolver un problema que ha creado por sí misma.
La religión es tan poderosa en la manera en que se comportan los humanos, que siempre ha sido un instrumento empleado por los malvados para retorcer a las personas y persuadirles de hacer lo que ellos quieren que hagan; lo extraordinario de ser cristiano es que Dios es fiel cuando nosotros no lo somos.
ALFA