Los anillos sellos se remontan a la antigua Roma; el prestigio que presidía a estas exclusivas joyas, implantaba que se usaran únicamente en los dedos de ciertas personas distinguidas o con alguna categoría. Asimismo, esta prenda debía ser retirada del dedo del individuo que la usara una vez que este falleciera; igualmente, no era bien visto que se llevara más de un anillo de esa clase, porque se consideraba de mal gusto.
Los anillos sellos, con el nombre o signo del propietario, evolucionaron hacia los anillos puramente decorativos, ellos han sido un objeto de reputación social y a la vez un útil instrumento para firmar documentos y cartas. Su beneficio y valor era tal, que perderlo suponía un gravísimo problema para su dueño.
En Egipto, los “escarabeos” se comenzaron a utilizar diligentemente, engastados en anillos; de manera especial los de esteatita, estos solían llevar inscritos el nombre y sello de su dueño, para poder usarlo como marca. Sin embargo, en esa cultura pronto perdieron ese uso, siendo sustituidos por sellos metálicos, mucho más resistentes.
En la antigua Grecia, en el período helenístico, destacaron las gemas grabadas, alcanzando altos niveles de calidad; estas piedras se manejaron como sellos en los anillos, llevando cornalinas o calcedonias con sus vetas en marrón con crema.
Los anillos sellos eran cincelados con monogramas, escudos u otro emblema. El empleo que se le daba era como sellador para las cartas con el lacre; a la vez, servían como una garantía de identidad.
La forma de usar anillos de sello es compleja en todo el mundo. En Inglaterra, por ejemplo, solo los hombres lo usan; en Francia, los hombres lo llevan en el dedo anular de la mano izquierda; todo lo contrario es en Suiza, donde los caballeros lo lucen en el dedo anular de la mano derecha; en Bélgica, varones y hembras lo destacan en el dedo meñique de su mano izquierda; mientras que en los Estados Unidos, se pone en el dedo meñique de la mano que menos se utiliza, tanto en hombres como en mujeres.
Anteriormente, era necesario besar los anillos de sellos de miembros de la realeza, para el momento de su presentación; pero todo eso no se cumple en nuestros días, decayendo de una forma considerable toda esa costumbre; solo algunas excepciones que todavía se llevan a cabo. En el caso del Santo Pontífice, es imperioso besar su anillo de sello en ceremonias especiales, como un símbolo de respeto y tributo a todo lo que representa.
Hoy en día, los anillos de sello no se emplean para marcar un documento en particular; más bien están considerados como un distintivo de elegancia y signo de distinción. Los reyes aún lo exhiben, así como políticos, empresarios, personajes famosos y nosotras que, como mujeres, deseamos marcar un estilo innovador dentro de la moda, por el simple gusto de engalanar nuestro dedo con una joya hermosa y significativa. En el canal “YouTube” “Sebastian Lopez Orfebre”, le mostrarán una plantilla para anillo sello.
ALFA