En el Antiguo Egipto, tenían fuertes creencias en deidades extravagantes con poderes sobrenaturales, los cuales daban poder a quien tuviera amuletos egipcios para su protección espiritual. Generalmente, estos objetos eran un sinfín de joyas y prendas que, supuestamente, llenaban de poder y buena suerte, al tiempo que proporcionaban amor, salud, estabilidad laboral y el éxito dentro de la existencia de quien poseyera alguno de esas bellas protecciones.
La civilización de aquella época surgió gracias a los asentamientos ubicados en las riberas del cauce medio y bajo del Rio Nilo; teniendo tres épocas hermosas que han sido denominadas por los historiadores como el Imperio Antiguo, Imperio Medio y el Imperio Nuevo. En cada una de ellas, la religión, en conjunto con sus piezas de joyería mágica, han sido piezas vitales y protagónicas para la superación de problemas sociales y el buen funcionamiento de sus leyes, las cuales eran dictadas directamente por sus grandes dioses.
Todas las beldades protectoras tenían un papel importantísimo en la vida egipcia, ya que sus dioses eran los responsables de todo en su enigmático núcleo social y en las etapas de la vida. Todas estas deidades de alto calibre eran adoradas y respetadas en sus cientos de templos; también, la mayoría de los ciudadanos de aquel entonces los llevaban consigo como accesorios hechos de oro, hierro, plata, cobre y metal.
La joyería bendita por estos símbolos sagrados no solo se llevaba en vida, sino que, al morir, los embalsamadores tenían la tarea de colocar innumerables piezas sobre los cuerpos en sitios estratégicos; ya que, cada una de ellas tenían una función en el más allá, para que el espíritu fuese por el buen camino.
Todas estas piezas de joyería han representado una fuerza sobrenatural milenaria. En la actualidad, se han utilizado para fines espirituales y sanadores en muchas de las religiones y cultos esotéricos del mundo; por ejemplo: el afamado “Ojo de Horus”, que ha sido uno de los símbolos más populares en los collares y anillos de los creyentes de lo sobrenatural de nuestra era; también, entre uno de los más característicos se encuentra el “Buitre Real”, el cual ha simbolizado la conexión entre la esencia suprema del universo y el alma encarnada en el cuerpo humano y su deseo de crear un mundo mejor.
Ambas han sido utilizadas para la sanación y el bloqueo de energías negativas de quien los pudiese poseer. Otro de los amuletos más importantes, pero menos conocidos de la era egipcia ha sido “El Ankh” o La Cruz Ansata, siendo el más antiguo de todas estas piezas enigmáticas, el cual ha tenido un significado hermoso, pues, su signo jeroglífico se traduce como: “vida o vida eterna”, combinando los principios de la creación del hombre y la mujer en un solo diseño perfecto e inquebrantable. Su imagen ha tenido similitud con la cruz cristiana, solo cambia su parte superior, la cual tiene una forma ovalada. Esta hermosa pieza ha tenido lugar en dijes para collares y pulseras.
ALFA