Si es amante del queso, disfrute sus beneficios, ya que no existen dudas de su enorme valor nutritivo, ya que es una proteína de un profundo valor biológico que tiene buena digestibilidad, lo que unido a la casi ausencia de lactosa lo convierte en un alimento de fácil digestión, por otra parte, la poca lactosa que pueda quedarle, se fermenta durante la maduración del queso, por lo que las variedades maduradas y de pasta dura tipo Cheddar, Parmesano, Gruyere o Emmental pueden estar indicadas en las personas que tengan intolerancia a la lactosa para que puedan disfrutar de este delicioso alimento.

Entre otras propiedades, se consigue el alto contenido de calcio y vitamina D, lo que lo transforma en un gran aliado en la prevención y el tratamiento de la osteoporosis en las personas adultas mayores; otros estudios han demostrado que su consumo, ayuda a prevenir la aparición de caries, aunque el motivo por el que esto sucede, aún no está claro; aparentemente, el calcio y fósforo del queso ayudan a combatir el ácido que crean las bacterias después de comer, quizás el hábito de algunas culturas de comer una pequeña porción de queso como postre o en el postre, tenga una razón que vaya más allá de lo gastronómico.

Hay casos en los que es recomendable consumir quesos con bajo contenido de sodio, las alternativas para estas personas, están en el consumo de queso fresco que no contenga sal o el consumo de requesón el cual es muy usado en clínicas y hospitales, siempre bajo la supervisión del nutricionista.

La historia del queso se remonta al Período Neolítico, bien sea de cabra, oveja o vaca, cuando nuestros antepasados empezaron a domesticar a esos animales y luego observaron que la leche con el tiempo se cuajaba y que tenía muy buen sabor, lo que inició su proceso.

En la ciudad sumeria de Ur, en Mesopotamia, en el siglo III a.C., aparece un friso que enseña el proceso completo de la elaboración de este alimento y ese conocimiento, pasa sin duda por su entorno y el mejor modo de valorarlo es conviviendo con quienes lo hacen y transitando los paisajes que lo determinan, esas rutas cubren algunas de las zonas queseras más importantes de Europa, recorrerlas es una aventura y un placer.

Los tipos “petit suisse” son maravillosos para los niños, porque son bajos en grasa y altos en hidratos y calcio; para los adultos con colesterol alto o problemas de peso, los de tipo fresco o desnatados, y el de Burgos, los manchegos o los de tipo brie son los indicados para personas sin ningún problema de salud, cinco veces a la semana como mucho, el consumo de queso es fundamental en niños, deportistas y mujeres en la menopausia, pUl su calcio se absorbe muy bien. alimentacionsana.org

Como sucede con el vino y con la cerveza, el queso es uno de esos alimentos que presenta tantas variedades como países haya e incluso más y tiene la gran suerte  que en Europa se encuentran algunas de las mejores creaciones.

ALFA