Navidad es típica de ser una época llena de excesos, comidas deliciosas, pero poco saludables. Por fortuna, existen algunos alimentos sanos que bien vale agregarlos a su dieta navideña, sin tener que sacrificar el gusto y el disfrute propio de la temporada.
Hágase amiga de los frutos del mar. De acuerdo a la nutricionista, Alicia Costa, tomar en cuenta productos del mar, como gambas, mejillones y almejas pueden ser el aperitivo ideal ante la sobrecarga de grasa y azúcar que llega en cada Navidad.
“Un primer plato donde también el marisco sea el protagonista, o bien un consomé de verduras o una ensalada original puede contrarrestar la grasa que aporta un cordero, un pavo o una pierna de cerdo al horno. Claro que menos grasa tiene la carne de pavo o de pollo.”
Junto a las entradas, otro apoyo nutricional que también puede tomar en cuenta son los acompañantes. “en lugar de patatas o salsas contundentes en grasa se puede enriquecer una carne o pescado con verduritas al horno, una variada y vitamínica elección,” asegura Costa.
Pero las alternativas continúan, pues en el caso de los inevitables dulces, estos tendrán un papel poco provechoso para su bienestar, en comparación a la abundante cantidad de vitaminas, minerales y fibra que logrará obtener de las frutas como la piña o la manzana.
Divida todo en cinco comidas. Sus objetivos principales, durante Navidad, y durante todo el año es mantener apaciguada la ansiedad. Para ello, su herramienta fundamental es dividir su alimentación diaria en cinco comidas. Si piensa que saltarse comidas o evitar las meriendas ayudará a perder o a mantener su peso durante Navidad, está cometiendo un grave error.
Cuando llegue el momento de la cena, querrá devorarse todo cuánto ve, sin siquiera pensar un momento en las recomendaciones nutricionales, por lo que la especialista asegura que “a veces es más importante la frecuencia de las comidas que lo que comemos”.
“Si dejamos de desayunar y tomar un tentempié a media mañana porque queremos hacer hueco en el estómago para la comida del día de Navidad, lo que conseguiremos es llegar con más hambre y más ansiedad y, por tanto, comeremos con voracidad. Comer cinco veces al día permite mantener el metabolismo activo cada dos o tres horas durante el periodo en el que estamos despiertos y eso gasta energía”.
Planifique las comidas, intente compensar aquellos platos rebosantes de calorías, por entradas y acompañantes más ligeros. Maneje de manera adecuada las raciones, teniendo un menú integrado tanto por carbohidratos, como proteínas, grasas saludables como fibra y vegetales. “Y ejercicio: evite el sofá y salga a dar un paseo para bajar la comida, subir las escaleras o jugar en familia para bailar un rato”.
Por último, Costa asegura que, si bien tener en cuenta los alimentos sanos en Navidad es importante, “lo fundamental que en el menú navideño no falte la fruta y la verdura, por la fibra que aporta, y que las carnes sean lo menos grasas posibles”.
ALFA