Se considera la alimentación alcalina como una excelente opción para obtener una mejor calidad de vida; además es del conocimiento común la importancia de comer de la mejor manera posible. En torno a este tema, vamos a contarle acerca de este tipo de nutrición.
La alimentación alcalina consiste en mantener una dieta variada, básicamente en el consumo equilibrado entre alimentos alcalinos y ácidos, con el fin de lograr un pH en la sangre de 7,4. El nivel de acidez de nuestro organismo se mide en una escala de 0 al 14; por ejemplo: de 0 al 7 se consideraría un cuerpo ácido; mientras que de 7 al 14 sería alcalino; lo que significa que la alimentación alcalina busca el equilibrio en el pH de nuestro cuerpo.
Según la Organización Mundial de la Salud, las bebidas ricas en azúcar y colorantes, gaseosas, jugos envasados, harinas refinadas, alimentos industrializados, procesados y no frescos; además, del consumo en exceso de carnes rojas, resultan especialmente dañinos. Estos se encuentran dentro de los alimentos acidificantes y por ende bajan nuestro pH corporal.
En este sentido, según los estudios del doctor Ragnar Berg, médico sueco, pionero en la investigación de la alimentación alcalina, y fallecido en 1956, había asegurado lo siguiente: “Un 85 % de nuestra dieta debe estar compuesta de elementos alcalinizados, de los cuales una parte debe estar en estado crudo; y solo un 15 % debería estar reservado a los alimentos acidificantes.
De este modo, vamos a mencionar los alimentos que aportan mayor cantidad de alcalinidad al cuerpo: básicamente las verduras de hojas verdes, que pueden ser utilizadas para preparar nutritivas ensaladas y una gran variedad de recetas; tales como la espinaca, que es por excelencia un potente alcalinizante; es rico en clorofila, magnesio, vitaminas, potasio, hierro y ácido fólico.
Por otro lado también se encuentran los pepinos, muy recomendados por su alto contenido en agua, además de tener grandes cantidades de antioxidantes; es uno de los alimentos con mayor concentración de alcalinos.
Otro tubérculo crujiente y de color naranja que aporta varios beneficios a la salud, es la zanahoria. Rica en betacarotenos, potasio y calcio; sus propiedades alcalinas ayudan a retardar el envejecimiento de las células; asimismo, para obtener su máximo beneficio es mejor ingerirla cruda. De igual manera el apio, la berenjena y la lechuga, que se encuentran en el grupo de alimentos alcalinos, son recomendados. También podemos mencionar algunas frutas alcalinas como las manzanas, pomelos, melón, albaricoque, pera, piña, aguacate, banana, limón, pasas, uvas, duraznos, mangos, higos, dátiles y cerezas.
Más allá de una rutina diaria, en la alimentación alcalina se trata de asumir un estilo de vida ordenado y libre de hábitos dañinos; sin embargo practicar ejercicios también es uno de los postulados interesantes de esta modalidad. Asimismo, es bueno saber que aunque el tema sobre la alimentación es tan variado, lo más importante es, que para vernos relucientes por fuera, es necesario cuidar lo que llevamos a nuestro interior. Recuerde: ¡somos lo que comemos!
ALFA