La alectomancia, es la cualidad de predecir el futuro a través del gallo; además, es un método muy antiguo de adivinación utilizado a lo largo de la historia, empleado de distintas maneras, con el propósito de adquirir augurios. En África por ejemplo, un hechicero ubica granos de trigo encima de las letras dispuestas en casillas, alrededor de un gran círculo; y de acuerdo como el gallo se va comiendo los granos, se colocan otros en las mismas letras, para que al final se pueda leer un mensaje; sin embargo si estas palabras no tienen sentido para la persona que se está consultando, el agorero las interpreta; esta es la técnica más conocida.
En el tiempo, el gallo ha representado la vigilancia, el valor, lo masculino y la fecundidad; por eso, es el animal predilecto para las prácticas de adivinación y de hechicería. El canto del gallo se considera, como un himno hacia un nuevo amanecer, esto ha quedado plasmado desde épocas remotas, una clara muestra de ello, fue cuando el discípulo Pedro, negó a Jesús de Nazareno, afirmando que él no era su seguidor; en ese momento cantó un gallo tres veces, tal como lo había profetizado el maestro que sucedería.
Estas anécdotas tan particulares, le han concedido a esta singular ave, según las creencias populares; una condición especial para alejar el demonio, usándolo en infinidad de ceremonias como sacrificio. El canto mañanero del gallo marca para muchas personas el fin de cualquier angustia vivida en la noche, ahuyentando los malos espíritus de la oscuridad.
Muchas creencias eran compartidas por los pueblos mediterráneos de España, quienes pensaban que el canto de un gallo antes de medianoche, era augurio de que una joven abandonaría a escondidas el hogar, si el gallo cantaba en el interior de la casa, vaticinaba graves conflictos entre la pareja. Igualmente ciertos pueblos babilonios, árabes y romanos, practicaban la alectomancia, tomando en cuenta la inclinación y el paso de las aves; asimismo en la Edad Media, se utilizaba el animal en rituales comprobatorios, de acusaciones y testimonios.
Los testículos del gallo eran usados en la antigüedad, como filtros y amuletos de amor, representando un símbolo de pasión y lujuria; pero el carácter premonitorio del gallo se mantiene en diversas partes del mundo, de forma latente. Su cólera y violencia, lo enmarcan significativamente; no obstante la posición con respecto a las gallinas, lo hacen un ser dominante y posesivo, por esta razón se cree en la influencia de su espíritu como guerrero perpetuo ganando innumerables batallas; su color es muy importante, en misas negras se sacrifican gallos negros, en ceremonias vudú deben ser blancos, y en ritos santeros de diferentes colores.
La alectomancia ha sido manejada por diferentes culturas; en la actualidad, muchas personas continúan inclinándose por este procedimiento que tiene sus raíces, en la diversidad de creencias entre los lugares más matizados de nuestro planeta. El gallo con su característico canto al amanecer, indica la inteligencia que posee con la puntualidad de su despertar.
ALFA