Alaska es un lugar extraordinario y en absoluto, un lugar común para los viajeros. Quienes se atreven a la aventura de visitar este estado, famoso por sus glaciares y días con 22 horas de sol, van en la ruta segura hacia un destino como pocos.
Según sus condiciones naturales y estilo de vida, Alaska es un lugar extraordinario para cualquier viajero en busca de aventura extrema y paisajes sin punto de comparación. Alaska es el estado más grande los Estados Unidos, constituido por una superficie de 1.718 millones km², en donde hay solo tres ciudades importantes con un total de 700 mil personas, dejando el resto lleno de ríos, lagos, montañas y parques que causan fascinación entre los foráneos.
Como suele suceder en la mayoría de los viajes, la planificación es la mejor aliada para los turistas, pero cuando el destino es Alaska, echar mano de todas las herramientas de organización es imprescindible. Tratándose de un punto remoto, llegar y permanecer en él resulta bastante costoso.
La fecha más recomendada para visitar Alaska es durante mayo y septiembre, cuando las altas temperaturas ceden para recibir a los turistas. Es durante esos meses cuando todos los parques, atracciones y sitios de hospedaje están abiertos al público. Pero, a pesar de las ofertas de servicios turísticos, la mejor forma de recorrer Alaska es contratando una caravana y pernoctando en los sitios de “camping”.
Una vez en Alaska se recomienda visitar su capital Junneau y la ciudad más grande Anchorage, donde los turistas pueden aprovechar para abastecerse de provisiones y contratar los servicios que necesitaran para su estadía. En la misma ruta se encuentra la parada obligatoria en el Parque Nacional de Kenai Fjords, en donde es posible avistar leones marinos, ballenas y presenciar el espectáculo de ver desprenderse témpanos de hielo de los glaciares.
Después se puede tomar la ruta para visitar algunos de las muchas opciones de parques dispuestas para la práctica de “trekking” y “kayac”. Otra alternativa fascinante es el recorrido por crucero que permite ver los glaciares, mientras se disfruta de la explicación sobre su origen y la fauna del lugar.
Del mismo modo, los amantes de la pesca también tienen un lugar en los famosos ríos Russian River y el Kasilof para practicar este deporte. Cuando la suerte les acompaña, los pescadores pueden pescar un salmón rojo y tener una exquisita opción para la cena.
Por las condiciones que mencionamos anteriormente, la mayor parte de la geografía de Alaska solo se puede recorrer de forma área y es por ello, que los operadores turísticos lo ofrecen como un atractivo para los visitantes; uno de los paquetes más famosos es el recorrido para sobrevolar el Monte McKinley.
Por otra parte, Alaska atrae turistas únicamente interesados en el espectáculo de las auroras boreales; este plan requiere de contratar servicios especializados y solo se realiza desde finales de septiembre hasta la primera semana de abril.
Alaska es un paraíso extraordinario para respirar naturaleza en todo su esplendor, y al contrario de otros templos naturales, este no es un lugar para contemplar, sino para vivirlo a través de las diferentes actividades que involucran plenamente al visitante.
ALFA