El dilema de saber si hay un más allá de la vida física ha perdurado a lo largo del tiempo, aunque los seres humanos han llevado a cabo descubrimientos sorprendentes sobre este tema, como por ejemplo, el hecho de que existen siete tipos de dimensiones distintas, y que quizás sea posible entrar en alguna de ellas. Una de esas posibles dimensiones tiene por nombre: agujeros negros.
Los agujeros negros han estado en el primer lugar de la lista de los misterios sin resolver. Aunque ya exista un sinfín de teorías científicas sobre este fenómeno, no podemos dejar a un lado el misticismo que rodea este extraño acontecimiento de la naturaleza. Los mismos son cuerpos celestes cargados de un gran campo gravitatorio capaz de impedir el escape de cualquier radiación electromagnética, como por ejemplo: la luz.
Los agujeros están rodeados de una especie de frontera invisible que permite el paso lumínico, pero no su salida. Dicha frontera es llamada “Horizonte de sucesos”, ya que en esta frontera los datos se mantendrán absorbidos en la superficie, creando hologramas en 2D de los mismos objetos 3D que pasan dentro de ellos; y como evitan la salida de cualquier tipo de objeto físico, esto los vuelve negros.
Durante mucho tiempo se creyó que los agujeros negros devoraban todas las formas físicas que se introducían en ellos. Sin embargo, esa hipótesis fue dejando de tener valor gracias a estudios y teorías de genios como el famoso físico británico Stephen Hawking, quien junto a otros científicos, demostró que los hoyos no destruían todo lo que entraba en ellos, sino que éstos los conservaba o los almacenaba en la zona frontera. No obstante, lo que ocurre en el interior de los mismos sobrepasa todo conocimiento científico, y ni la física ni la matemática pueden explicarlo. El hecho de saber que no tiene relación con la lógica humana es lo que despierta la curiosidad en muchos.
Los agujeros se forman a partir de estrellas moribundas con un tamaño superior al sol, las cuales, al acabar su combustible nuclear y por medio de reacciones físicas, crean los hoyos. Lo curioso de ellos, es que el mismo Hawking apoya la idea de que podrían ser puertas hacia dimensiones diferentes a la nuestra; y decía que quizás esas partículas que accedían en el agujero eran trasportadas hacia otro mundo: la entrada hacia un universo totalmente diferente, sin ningún tipo de salida. Según este científico, al entrar en el hoyo no sería posible volver a nuestro mundo, sino que permaneceríamos como un holograma, cayendo hacia otro lugar. ¿Sera posible esta fascinante teoría? Una vez más, esta pregunta será otra incógnita que quedará en los archivos de los misterios más grandes de nuestro planeta.
ALFA