Don Pedro, es llamada la aguamarina más grande del mundo. Este majestuoso ejemplar es una variedad azulada del berilio, debe su nombre a dos grandes emperadores llamados Pedro I y Pedro II de Brasil; país donde fue extraída a finales de los años 80, encontrada específicamente en Piedra Azul de Minas Gerais (Brasil) y fue gracias a la ardua labor de tres mineros quienes con un gran esfuerzo lograron extraer el hermoso cristal; sin embargo, al descubrir la pieza, esta se cayó por accidente fracturándose en tres fragmentos; siendo seleccionando dos de los que más destacaban por su hermoso color y brillo para ser tallados y cortados.
Se dice que la pieza en bruto medía aproximadamente unos 60 cm y pesaba al menos unos 20kg, al momento de tallarla, esta gema irradiaba una claridad y una belleza tal que era digna de admirar por lo que el experto en joyas Bernd Munsteiner, se tomó su tiempo contemplándola para luego dedicarle largas horas y así poder darle la forma de obelisco que tiene actualmente.
Para detallar un poco más esta gema, fue trabajada en Alemania; pesa aproximadamente 4,6 libras y mide unos 35 cm de largo por 10 cm de ancho, dentro de ella se puede observar unas especies de agujas gruesas. Lo que nos hace perdernos en ella, es su radiante color turquesa azulado, el cual es dado por el efecto de los rayos solares al contactar con las pequeñas cantidades de hierro en su interior; su color transmite una sensación de paz y armonía con el entorno.
La gema aguamarina era también conocida anteriormente como la piedra del marinero, por esta razón se dice que muchos marineros la utilizaban como talismán durante sus embarcaciones para que los protegiera de cualquiera tempestad. Este impresionante ejemplar fue adquirido por al menos unos siete a 10 millones de dólares, aunque no se ha podido revelar la cantidad exacta, fue donado por un matrimonio de coleccionistas provenientes de Florida al Museo Nacional de Historia Natural de Washington, donde se encuentra expuesta actualmente.
Lo más cautivante de la gema Don Pedro, es el hecho de ser única en su estilo, no existe un bruto para esculpir tan grande como para poder tallar una pieza o ejemplar similar al tamaño de la aguamarina; convirtiéndola en un cristal extraordinario e irrepetible y considerada como el Picasso de las gemas. Nos aporta dos cualidades que tenemos, pero que a veces olvidamos: como seres humanos somos únicos e inigualables.
ALFA