Ya sea por diversión o previsión todas las personas hemos encontrado en las nubes, un motivo para ver el cielo y aunque no lo hacemos repetitivas veces, cada vez que podemos nos maravillamos con su infinito movimiento y las imágenes que forma. Sin embargo, lo que muchos desconocen, es que en las nubes podría estar la clave para conocer nuestro futuro; siendo el método adecuado para ello, un arte adivinatorio conocido como la Aeromancia.
Esta técnica de adivinación consiste en la interpretación de las nubes -tomando en cuenta su densidad, color, dirección y forma-, el viento e incluso la ocurrencia de fenómenos atmosféricos como truenos, rayos, arcoíris o la posición relativa de los planetas, entre otros; derivándose de este arte, algunos subtipos de Aeromancia como la Austromancia, la Chaomancia, la Ceraunoscopia y la Meteoromancia.
Para la aplicación de la Aeromancia, el consultante debe cerrar sus ojos y concentrarse en la pregunta que quiere formular, luego, los abre para observar el cielo en busca de respuestas. También puede contar con la ayuda de un vidente, quien le traducirá las imágenes que no estén del todo claras; obteniendo con ello una respuesta mucho más precisa. Además, se cree que el adivino puede inducir la formación de figuras que se adapten a la pregunta formulada por el consultante, usando inconscientemente una forma de Psicoquinesia.
Si bien este método usa varios elementos, el más empleado es el viento; ya que siempre ha tenido un significado místico al ser considerado como el aliento de los dioses. Asimismo su aplicación es una de las más sencillas, al ofrecer la posibilidad de usar la dirección del viento para plantear preguntas que únicamente se podrán responder con un si o un no.
Si le anima la idea, le invitamos a probarlo teniendo en cuenta los siguientes pasos. Primeramente, ubique un sitio donde no tenga interrupciones en el curso del viento, como edificios o árboles; seguidamente, formule preguntas claras y precisas, y por último interprete la respuesta, considerando entonces estas opciones:
Si el viento sopla en dirección Norte u Oeste, nuestra respuesta será un rotundo “si”, pero de hacerlo en dirección hacia el Sur o Este será un “no”. Sin embargo, puede pasar que el viento no sople y si aún después de transcurrir 10 minutos persiste el mismo acontecimiento, se interpretará asumiendo que la pregunta no tendrá respuesta inmediata.
Otra forma puede ser la siguiente: escriba cinco posibles predicciones futuras en igual número de hojas de papel cortadas en círculos, a continuación llévelas a un sitio con buen flujo de viento y colóquelas dentro de un círculo previamente dibujado en el suelo; luego de soplar el viento, la última que continúe dentro de dicho círculo, determinará la respuesta que nos complementará el vidente.
Quizás muchos hemos contemplado el cielo, pero después de conocer la Aeromancia seguramente lo miraremos de otra forma, ya que en él se esconden muchos secretos y en sus nubes podrían estar las respuestas que necesitamos para construir nuestro futuro.
ALFA