Adicción a las compras: Este término se utiliza muy comúnmente para hablar de las personas que sufren dependencia a las compras. Un tipo de trastorno compulsivo que afecta gravemente a la personalidad, haciendo que pierdan su capacidad de autocontrol.
es una enfermedad clasificada dentro del campo de los Trastornos del control de los impulsos. Como tal, comparte algunas características con otras conductas adictivas, como la ludopatía, la cleptomanía o la piromanía.
¿Tiene Un Problema De Compras Compulsivas?
Si está de acuerdo con la mayoría de las afirmaciones siguientes, puede ser el momento de buscar ayuda:
- Si me sobra dinero de mi cheque de pago, debo gastarlo.
- Otras personas me juzgarían si saben cuánto gasto.
- Compro cosas que no puedo pagar.
- He sobregirado mi cuenta bancaria comprando cosas que no necesito. Comprar cosas me hace sentir mejor.
- Siento ansiedad los días que no salgo de compras.
- Pago apenas el mínimo de mi(s) tarjeta(s) de crédito, pero sigo comprando cosas.
¿Y después de la compra qué?
El comprador compulsivo experimenta, una vez llevada a cabo la acción de comprar, fuertes sentimientos de culpa y ansiedad. Que incluso pueden llegar a desencadenar en cuadros depresivos como respuesta a la conducta y a los gastos desmesurados.
Sin embargo, estos efectos no se pueden atribuir únicamente al hecho de realizar compras irracionales. Puesto que la mayoría de personas que muestran este comportamiento, presentan también fuertes rasgos compulsivos. Que se manifiestan en forma de algunos síntomas conductuales, cognitivos y/o fisiológicos.
Para poder vencer estas sensaciones de angustia y ánimo deprimido la persona puede recurrir a realizar nuevas compras, por lo que el círculo se estrecha cada vez más.
Es esta dinámica de actividades en bucle lo que hace que la compra compulsiva sea algo de lo que resulta muy difícil desengancharse. Entre otras cosas, porque reconocer que se es adicto a algo supone un golpe para nuestras creencias e ideas que puede ser explicado mediante la teoría de la disonancia cognitiva: cuanto más compramos, más nos vemos obligados a justificar ese hábito realizando más compras. De este modo, los compradores compulsivos tienen un margen de maniobra cada vez más estrecho, y la situación empeora porque la falta de dinero es cada vez más evidente.
Fases que rigen toda compra compulsiva
1. Anticipación
Surgen pensamientos, impulsos y preocupaciones en relación a un producto en concreto o sobre el hábito de comprar
2. Preparación
Se empiezan a tomar decisiones sobre dónde se comprará el producto, cómo se realizará el pago (normalmente se utilizan tarjetas bancarias), cómo se llegará al comercio o la vía mediante la cual se adquirirá el producto (online, tienda física…). En determinados casos, se indaga información extra sobre el artículo deseado.
3. Compra
Lo viven como una experiencia francamente excitante y placentera. Para las personas con oniomanía en el momento de realizar la compra es un momento esperado y que les hace sentir bien.
4. Gasto y decepción
Una vez realizada la compra y gastado el dinero surge una sensación de desilusión con uno mismo junto con sentimientos de culpabilidad, ira, rencor y el firme propósito de no repetir la conducta.
¿La compra compulsiva está relacionada con otras patologías?
Muy a menudo la necesidad obsesiva de gastar es un síntoma de algún trastorno psicológico. La compra compulsiva es muy frecuente en el contexto de los estados hipomaniacos, cuando la persona se encuentra especialmente eufórica, como un signo más de su conducta expansiva en muchos casos. Muchos compradores compulsivos son en realidad enfermos depresivos. No es infrecuente que la compra compulsiva se acompañe de trastornos de la alimentación, especialmente bulimia, y ocasionalmente de cleptomanía
¿Como se desarrolla?
La compra compulsiva se desarrolla, por dos mecanismos: en unos casos este hábito inadecuado se adquiere básicamente a fuerza de repetir una conducta que en un principio resulta agradable y luego se realiza de forma compulsiva, mientras que en otros esta conducta hay que entenderla predominantemente como una evasión, como una forma inadecuada de hacer frente a los problemas personales.
Síntomas
Algunos de los síntomas más habituales de este trastorno son los siguientes:
- Ansiedad general por consumir
- Insatisfacción tras comprar cualquier cosa
- Irritabilidad y cambios de humor
- Falta de autocontrol por dejar de comprar
- Sentimiento de culpabilidad tras gastar dinero
- Insomnio por padecer inquietudes
Estas afectaciones empiezan con un carácter leve y pueden aparecer en cualquier persona según sus motivaciones. Sin embargo, si no se controlan a tiempo pueden llevar a sufrir una obsesión con las compras, y posteriormente, a una dependencia emocional.
¿Cómo se manifiesta un “tirón”?
Los tirones (ansias), pueden manifestarse en los adictos a las compras mediante la experiencia subjetiva de malestar emocional, con un incremento creciente en los niveles de ansiedad. El tirón aparece y va ganando fuerza, en la medida que la persona recrea el objeto del deseo. Una vez que el tirón gana fuerza, solo puede ser saciado realizando la compra, en ausencia de otras estrategias más funcionales.
Tratamiento
El primer punto es entender el trastorno dentro de un contexto más amplio , priorizando el diagnóstico. Es decir no hay medicamentos «exclusivos» para una patología específica llamada comprador compulsivo.
Los indicadores más recientes sitúan a los inhibidores de la recaptación de la serotina específicos o no, como los más indicados.
Por otro lado las terapias de tipo comportamental, con intervención de elementos cognitivos, es decir sobre las ideas que han demostrado mayor eficacia. Sin esta fase psicoterapéutica, aparentemente los síntomas vuelven a resurgir, por ello el uso desaconsejado de farmacoterapia aisladamente.
ALFA