Sin duda alguna, éste es un mes muy especial, donde no hay lugar para el aburrimiento. Son muchas las cosas que puede realizar. Tenga en cuenta algunas de las actividades con las que puede divertirse en navidad, mientras los anima a todos.
No pierda la oportunidad de colaborar en la preparación de la comida y los platos navideños. Recuerde, familia que cocina unida, se mantiene unida. Programe un viaje corto con sus amistades más cercanas y aproveche la oportunidad para solidificar su amistad con ellos.
Colabore con la decoración del hogar e incluya a su familia, no va a creer lo divertido que puede ser. Mientras desarrolla su creatividad y comparte con sus seres queridos, ¿quién sabe si descubre que tiene talento como decoradora o diseñadora de interiores? Deje que sus hijos decoren el árbol de navidad con usted y elaboren adornos con sus propias manos.
Planifique un intercambio de regalos entre familiares y amigos para el día de Noche Buena. En la noche de navidad, antes o después de la cena, organice juegos en los que participen grandes y pequeños. Presente una obra de teatro sobre la navidad para que los más pequeños de la familia disfruten estos días tan especiales.
Motive desde los primeros días de este mes a sus familiares para que escriban una poesía que tenga que ver con la importancia de estas fechas, y elija un día en el que todos puedan recitarlas. Elabore tarjetas de navidad que expresen el valor de la unidad, amistad, fraternidad, amor, solidaridad… Luego obséquielas a sus vecinos y amigos.
Diciembre tiene 31 días, quizá pueda proponerse hacer una sencilla receta navideña para cada día. Seguro que al finalizar la navidad tendrá más experiencia en la cocina. Arme una parranda, tan solo tiene que buscar algunos instrumentos musicales, varios amigos y aprender un par de villancicos. No es necesario que toquen a la perfección, se trata de llevar alegría a otros hogares y que usted también se divierta.
Comparta algo de lo que tiene, busque en su casa algo que pueda donar, por ejemplo, ropa en buenas condiciones que ya no le quede, o blancos y utensilios de cocina que ya no use. Quizá pueda llevarlos a su parroquia para que ahí los repartan entre la gente necesitada; o tal vez prefiera llevar sus donativos a un asilo de ancianos o a un orfanato.
Siéntese con sus hijos y decidan qué juguetes les gustaría obsequiar a un niño que los vaya a disfrutar. Revise los rompecabezas y otros juegos y entréguelos en una caja nueva, envuelta para regalo y acompañada de una tarjeta navideña.
Asista a la iglesia. Cualquiera que sea su creencia religiosa, la navidad es un buen momento para fortalecer la vida espiritual. Para mucha gente, los villancicos y los diversos textos navideños significan un acercamiento a Dios que no se da en el resto del año.
En esta navidad, recuerde la verdadera razón de la celebración: el nacimiento de Jesús, hace más de dos mil años. Salga a caminar o vea las estrellas. Olvídese un momento de la locura de las compras y los preparativos y dese tiempo para reflexionar sobre el verdadero significado de estas fiestas.
ALFA