¿Qué es la abulia?

La abulia es el término que en el tratamiento psicológico hace referencia a la falta de motivación para comenzar una actividad, ya sea sencilla o no. Es una apatía extrema, con falta de energía, sensación de vacío y falta de ganas para cualquier tipo de iniciativa, con dificultades en la toma de decisiones y la incapacidad de reaccionar ante algún suceso.

Tipos

1. Abulia menor

La abulia menor es sinónimo de apatía. En este cuadro clínico, el individuo puede llevar a cabo actividades que se le proponen (iniciadas por otros), pero no proponer planes o realizar actividades que han sido planeadas por él mismo. En un cuadro de apatía, la persona es poco espontánea y puede maquinar sobre planificación de cara al público, pero no llevarla a cabo. Este término hace referencia a un estado psicológico de clara indiferencia frente al entorno.

2. Abulia mayor

La abulia mayor es sinónimo de mutismo acinético (MA). Típicamente, se ha descrito como una complicación transitoria de la cirugía de tumores cerebrales, extraídos en la fosa posterior. En esta parte más extrema de la entidad, el paciente no se mueve (akinesia) ni habla (mutismo). Las personas con esta condición no están paralizadas como tal, pero no tienen la motivación suficiente para realizar movimientos y hablar de forma coherente con las normas sociales esperables.

Diagnóstico de la abulia

Para los psicólogos el diagnóstico de la abulia no es tarea fácil, especialmente porque son pocos los pacientes que por cuenta propia buscan la guía de un experto.

Para una detección precisa es indispensable la observación clínica y la información que puedan suministrar los involucrados (amigos, parientes o compañeros de trabajo).

El avance de la ciencia ha permitido el desarrollo de estudios como resonancias y tomografías, que permiten determinar alteraciones cerebrales asociadas con la abulia.

Una vez confirmada la abulia, inicia el camino hacia la recuperación. Si existiese una causa orgánica es necesario tratarla para luego implementar terapias farmacológicas y psicoterapéuticas.

Síntomas

Algunos de los síntomas que permiten dar cuenta de la presencia de abulia son los siguientes:

Falta de motivación y de interés para realizar cualquier tipo de actividades, tanto aquellas que daban placer como las que resultan más rutinarias, como las laborales o académicas.

Pérdida de la capacidad para el placer.

Reconocimiento de que se deben realizar ciertas actividades o que se deben empezar ciertas cosas, pero que nunca se logran concretar. La abulia desemboca en la procrastinación.

La pérdida de interés también se manifiesta en el plano de las relaciones. Por lo que hay dificultades a nivel comunicativo (no se interactúa, se contesta con monosílabos, no se inicia ni continúa un diálogo). Del mismo modo, disminuye o se pierde el interés sexual.

También puede haber un descuido o abandono de la higiene personal.

Embotamiento emocional: por lo que puede haber indiferencia o dificultades para dar una respuesta adecuada a las situaciones que se viven.

Hay enlentecimiento en los movimientos o inhibición motriz.

Respecto a la gravedad del síntoma, su presencia no es un problema en sí, ya que muchas veces en nuestra vida podemos experimentar dificultad para iniciar una acción o para sentirnos motivados. El problema radica en su persistencia en el tiempo.

Causas

Las causas de la aparición de la abulia comprenden un amplio espectro:

Por un lado, se cree que existe la posibilidad de que haya una causa biológica de la abulia, explicándose a través de alguna posible alteración neurológica en el encéfalo, alguna lesión a nivel frontal o a nivel de los ganglios basales que son los encargados de provocar cambios en la motivación.

Por otro lado, las experiencias vitales que hayamos pasado a lo largo de nuestra vida y el modo que hemos tenido de asimilarlas y afrontarlas también influyen en el desarrollo o no de esta sintomatología.

Así, es muy normal que la abulia aparezca como síntoma principal en enfermedades psicológicas como son el trastorno depresivo mayor o la distimia, que están basados como se mencionaba anteriormente en experiencias pasadas que nos han provocado cierto malestar, además de otros trastornos como el trastorno bipolar o la esquizofrenia. Pero, también puede llegar a aparecer abulia como consecuencia de la aparición de enfermedades degenerativas como la enfermedad de Alzheimer o el Parkinson.

Tratamiento

Generalmente el tratamiento es a nivel a psicológico y farmacológico. El objetivo de la terapia psicológica es despertar en el paciente el interés por realizar sus actividades cotidianas y por las nuevas que nunca ha realizado, para ello se le propone ir realizando aquellas que le resultan agradables. También se le ayuda a despertar la motivación por medio de la administración de algunos fármacos estimulantes.

Se trabaja de igual manera con técnicas como la reestructuración cognitiva en donde se modifican aquellas ideas y creencias que tiene arraigada la persona y que hacen que el problema se siga manteniendo en el tiempo, cambiándolas por otras más positivas y objetivas. Se recomienda enseñarle a los familiares del paciente ciertas técnicas y estrategias que puede implementar en casa para ayudar a despertar el interés y la motivación de la persona afectada.

ALFA