Martes, 22 de diciembre de 2015. Un grupo de arqueólogos en Polonia, encontraron ataúdes de vampiros en un antiguo cementerio cerca de la aldea de Drawsko; dispuestos de la misma forma en la que solían enterrar a los “vampiros” en el siglo XVII.
El hallazgo revela que este grupo de personas fueron sepultadas como supuestos vampiros, cuatro de ellas con hoces en sus gargantas y enormes piedras bajo sus barbillas; y un quinto difunto con otra hoz sobre la cintura, lo que se corresponde a los rituales practicados en el siglo XVII o XVIII en Europa.
Se pudo determinar que cuatro esqueletos son de mujer, la más joven tenía 14 o 19 años cuando murió; mientras que el quinto es de un hombre entre 35 y 44 años de edad. La hoz sobre la cintura apareció en el esqueleto de una mujer de más edad, quien fue enterrada con una piedra de tamaño medio en el cuello y con una moneda de cobre en la boca; lo que hace pensar a los arqueólogos que la mujer podría haber sido considerada una bruja.
Aunque muchos expertos han sostenido que las desafortunadas víctimas fueron acusadas de vampirismo, existen estudios que sugieren la realidad de las muertes a causa de un cólera; razón por la cual los aldeanos temían que resucitaran de entre los muertos y propagaran la enfermedad mortal desde el inframundo; puesto que en la época postmedieval, la población no entendía cómo se trascendían las enfermedades.
Tales creencias, los hacía recurrir a lo sobrenatural, en lugar de buscar una explicación científica; en este caso, los supuestos vampiros quizás eran personas diferentes a la mayoría porque estaban enfermos, eran jorobados, demasiado altos o bajos, por ejemplo.
Estos brutales enterramientos reflejan una antigua creencia eslava según la cual a los inmortales, se les debía enterrar de tal manera que no pudieran resucitar y volver al mundo de los vivos; y así personas inocentes servían de chivo expiatorio cuando llegaban amenazas como la peste.
En el año 2013, cerca de la ciudad de Gliwice, en el sur de Polonia; fue descubierto otro cementerio de vampiros, en el que se hallaron 44 cuerpos; 17 de ellos decapitados y tenían colocados los cráneos entre las piernas, en las manos o sobre uno de los hombros enterrados. Desde el año 2008, se han excavado más de 250 tumbas en el territorio del antiguo cementerio Drawsko.
Todos los supuestos vampiros están sepultados según el ritual cristiano, en ataúdes de madera y con monedas de cobre cerca de los cuerpos. La creencia de los vampiros floreció principalmente en los países de Europa del Este y Grecia, y hoy día; sigue siendo una amenaza muy real en la mente de los pobladores de algunas de las comunidades más remotas, donde ajos y crucifijos se manipulan fácilmente, exhumando cadáveres para atravesar el corazón con una estaca.
ALFA