Lunes, 28 de diciembre de 2015. Este domingo, la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo) de China; abolió la política del hijo único -aprobada en 1970 y puesta en marcha en 1980-, que solo permitía a las parejas tener un solo descendiente. Esta nueva medida ya fue decida y anunciada el pasado 29 de octubre, en el plenario anual del Partido Comunista de China (PCCh) y entra en vigor a partir del próximo primero de enero de 2016.
El Comité Permanente de la ANP, resolvió en su sesión bimensual reformar la Ley de Población y Planificación Familiar para que todas las parejas de China puedan tener dos hijos como máximo; pues en diciembre de 2013 se adoptaron algunas concesiones que permitían solo a algunas parejas tener un “segundo hijo”, y de acuerdo a ciertas circunstancias excepcionales.
La antigua Ley del “hijo único”, para muchos fue considerada como una medida demasiado restrictiva; aunque sus aspiraciones eran reducir los problemas de superpoblación de este gigante asiático, que ya en 1980 contaba con 987 millones de habitantes y en 2013 superó los 1.360 millones, según datos emitidos por la Oficina Nacional de Estadísticas.
Por su parte, la Comisión de Población y Planificación Familiar, organismo encargado de aplicar leyes para el control demográfico; expresó que de no haber establecido la Ley del “hijo único”, su población ya superaría los 1.700 millones de habitantes. Por ello, una de las ventajas de esta Ley, es el posible desarrollo económico del País y la salida de la pobreza a millones de personas.
Sin embargo, no todas las consecuencias han sido favorables; pues desde que se adoptó este restrictivo sistema de planificación familiar, los casos de abortos forzados aumentaron; se ha privado de educación o sanidad a segundos o terceros hijos; y se ha confinado en cárceles no oficiales a los progenitores que incumplieron dicha Ley.
En este sentido, el presidente chino, Xi Jinping, anunció recientemente la concesión del «hukou» (una especie de carta de ciudadanía) a trece millones de chinos, en su mayoría hijos de padres que violaron la ya abolida política; lo que les dará acceso por primera vez a servicios básicos que hasta ahora le habían sido negados.
Una de las consecuencias más preocupantes de la Ley del “hijo único” para el País, es que la mano de obra calificada ha ido en declive, erosionando las bases de la pirámide de la población china.
Por citar algunas estadísticas que confirman este hecho, en el 2014 la fuerza laboral cayó de 940 millones a 930 millones; y se espera que baje la barrera de los 900 millones en el comienzo de la próxima década, una tendencia que las autoridades quieren revertir en pro del crecimiento de la segunda economía mundial.
ALFA