Se dice que se ocupan más de 20 años de vida durmiendo, lo mejor sería disponer de hábitos que permitan dormir mejor, para descansar más durmiendo menos y así prolongar el tiempo de vida útil de cada persona.
Una técnica incomparable para el descanso y relajación corporal y mental, es un baño con agua tibia antes de ir a la cama, con ello logrará total alivio y la mejor disposición para tener un sueño reconfortante y reparador.
Si dispone de una tina en su baño, llénela con agua suficientemente caliente con espuma aromatizada con la fragancia que le agrade más y permita que su fantasía se desarrolle y vuele hacia otros destinos, donde pueda entregarse plenamente sin interrupciones de ningún tipo sino a una velas estratégicamente preparadas y el compás de unos acordes que le permitan soñar.
Dormir plácidamente significa que su calidad de vida va a mejorar, pues el sueño forma parte de la vida misma y permite reponer la energía que gastamos en el tráfico, las clases, el trabajo o los niños, en fin, en el día a día que exige tiempo, dedicación y que genera estrés.
El sexo placentero es la manera ideal para dormir profunda y satisfactoriamente, a tal punto, que no sabrá lo que sucede puertas afuera de su habitación pues el estado de satisfacción es tal, que nada le hará despertarse ni desear hacerlo, sino hasta que los rayos del sol le avisen que un nuevo día comienza con picardía y felicidad.
Tome medidas en cuanto a la oscuridad de su dormitorio y también, cuide que esté tranquilo pues el ruido siempre es un problema; el uso de un ventilador puede aminorar el sonido que se sienta, también, hay personas que optan por el uso de una máscara para los ojos.
Acostumbre un ritual sin lectura, sin TV., ni temas preocupantes cuando va a dormir, con ello conseguirá que su cuerpo y su cerebro, nunca asocien la cama con esas acciones y no le provoquen ningún tipo de distracción negativa.
Descarte el consumo de refrescos, café con cafeína y nicotina, primordialmente en las últimas horas del día así como comer comidas demasiado aliñadas y abundantes o demasiada agua.
Ya que mientras duerme el organismo continúa trabajando en todos los retos con los que se enfrentará al otro día, de ahí la importancia de que el descanso sea el adecuado.
Practique rutinariamente una sesión de ejercicios antes de la cena, luego, ingiera los alimentos y un baño aproximadamente 4 horas antes de dormir y tenga la seguridad de que cada noche será una copia de la otra, donde se relajará y sentirá renovado.
Un colchón de primera, una almohada cómoda, una habitación silenciosa y oscura, son factores que colaboran favoreciendo el sueño, un ambiente agradable lo hará dormir plácidamente, sin nada que le moleste o pueda despertarle; si comparte su cama, asegúrese que los dos tienen espacio suficiente para dormir a sus anchas, debe considerar que la comodidad es factor determinante para la calidad del descanso.
Permita que su cuerpo se agote al igual que su mente, así conseguirá que ambos estén al mismo nivel y eso lo logrará como se expresa en líneas anteriores, ejercitándose para descansar “como un lirón”.
ALFA