Desde la antigüedad se ha sabido que esta gema nos proporciona la virilidad por excelencia. Los griegos la llamaban “electrón” que significa “el oro del sol”. Su nombre actual deriva del árabe “al-ambar”.
Federico “El Grande” le obsequió a Catalina “La Grande” de Rusia un salón recubierto de esta piedra, el mismo que los alemanes destruyeron en la segunda guerra mundial. Plinio, el viejo, usaba el ámbar triturado y mezclado con miel para aliviar los dolores de oído.
El ámbar más extraño y cotizado es el azul, solo existe en República Dominicana y solo es producido por grandes joyeros como Tiffany.
Entre las propiedades curativas que tiene esta piedra está la de curar y tratar desordenes endocrinos y estimular el metabolismo. Afecciones del sistema respiratorio, asmas y alergias. También fortalece el musculo cardíaco combatiendo las taquicardias. Fortalece la columna vertebral. La artrosis y el reumatismo. La epilepsia, convulsiones, migrañas, cefaleas y es excelente para la piel.
Entre las propiedades mágicas tenemos que simboliza el éxito y la propiedad de estrellarse ante el peligro o la cercanía a personas sumamente negativas. Tiene la propiedad de “huir” de las personas a las que no es a fin, simplemente perdiéndose de esta. Tiene la cualidad de establecer relaciones muy cercanas con las personas que la poseen.
Su color es amarillo que está ligado al intelecto y también se usa para conjurar pesadillas. Está relacionado con el chakra del plexo solar, la coronilla y la garganta.
Pertenece a los signos Géminis, Leo, Virgo, Libra, Cáncer, Capricornio, Sagitario, Tauro y Acuario.
ALFA