Consideradas un símbolo de belleza y feminidad a lo largo de la historia, las joyas siempre han adornado la vida de muchas mujeres, y la joyería bereber es un gran ejemplo de ello. Aunque estas piezas de joyería se diferencian de cualquier otra en que su valor va más allá de lo estético, al constituirse como el elemento más representativo de una cultura, en la que sus mujeres son portadoras del legado que se exhibe a través de ellas.
Pesados brazaletes, collares, dijes, pendientes, pulseras y diademas de gran impacto visual, por su tamaño y colorido, constituyen las joyas que usan las mujeres bereberes y, a través del cual, podemos conocer la fascinante historia, cultura y creencias de los “amazighs”. (Nombre con el que también se conoce al pueblo Bereber y que significa “hombres libres”).
En este pueblo, originario del norte de África y asentado principalmente en Marruecos, Túnez y Argelia, las joyas pasan de generación en generación, de madres a hijas, como parte de la herencia familiar. Con la particularidad que son entregadas por sus maridos o suegros al casarse, por lo que, además de la dote, sin la cual no puede celebrarse el matrimonio, también representan la autonomía económica en caso de existir diferencias o disconformidades con su cónyuge.
Al ser parte importante de la dote, el número de joyas y el valor de ellas varían en función del pacto entre las familias contrayentes y sus posibilidades económicas. Muchos esposos entregaban joyas elaboradas en oro, pero, motivado a que no todas las familias podían entregar dotes de gran valor, se generalizá entre las mujeres el uso de joyas de plata, convirtiendo este material en el símbolo de la joyería bereber, por estar asociado, además, a la pureza y protección. También destacan el uso de otros materiales como: el ámbar, el coral, el cobre, latón, piedras preciosas y semipreciosas, que aportan gran colorido.
Por lo general, estas joyas son usadas en festividades o reuniones familiares, donde cada tribu presenta un tipo de joyería, que muestra su origen tribal y geográfico. Si bien hay marcadas diferencias entre las tribus, una característica que comparten son sus diseños abstractos y geométricos, en los que predominan formas decorativas y motivos florales, animales, elementos de simbología mágica, así como la caligrafía bereber y algunos símbolos de la cultura judía, todo esto gracias a la contribución de bereberes provenientes de familias judías instaladas en África hasta la década de los 50.
Entre otras características destacan: su elaboración artesanal a través de un proceso extremadamente meticuloso, únicamente realizado por hombres; y un marcado sentido protector, ya que no solo se cree que alejan las malas influencias y enfermedades, sino que también, al estar dotadas de formas cortantes, fueron usadas por la mujeres para defenderse de posibles ataques durante su trabajo en el campo.
Definitivamente, la originalidad, belleza y simbolismo de estas joyas no deja indiferente a nadie; por ello, si desea buscar las mejores joyas bereber, le invitamos a visitar la ciudad marroquí de Tiznit, allí las encontrará.
Sin duda mas que joyería, es un arte